Nueva capilla de Adoración Perpetua en Barcelona




En España hay actualmente 45 capillas de adoración perpetua

Hasta ahora en Barcelona no había ningún templo con el Santísimo expuesto 24 horas y los fieles que quisieran adorar al Señor tenían que ir al templo de la montaña del Tibidabo (donde la adoración perpetua comenzó en 1966) o a Badalona, las únicas que había en toda Cataluña.
Este es el inicio, creen sus promotores, para reevangelizar Cataluña. Esta capilla estará situada en el Monasterio de Santa Isabel, dirigido por el Regnum Christi, y en el que hasta ahora había adoración diurna durante varios días. Sin embargo, han decidido dar un paso más.

Alberto Rosa, uno de los colaboradores de la nueva capilla, afirma a ReL que “está siendo una aventura muy bonita” en la que “no tenemos miedo, la respuesta de la gente está siendo muy buena, tenemos cientos de adoradores inscritos ya, lo cual nos confirma que Jesús está detrás. Él es realmente quien trae a los adoradores y a las personas que quiere”.

Más de 300 personas inscritas en los turnos
Siguiendo el modelo de los misioneros de la Eucaristía, la capilla sobrepasa los 300 adoradores necesarios para cubrir los huecos, existiendo además un mecanismo de suplencias. De esta manera, cada persona se compromete a estar delante del Santísimo una hora a la semana.

Esto supone menos de un uno por ciento del tiempo semanal de una persona. “Es darle ese rato a Jesús en vez de a otras cosas”, agrega Alberto, que no se muestra preocupado por los turnos nocturnos.

“La noche tiene el plus de que muchos grandes acontecimientos del Evangelio ocurrieron de noche y eso atrae a algunos adoradores que buscan esos momentos más recogidos del día, el silencio, en los que ya no tienes en la cabeza las cosas que tienes que hacer”, afirma.

Un trozo del cielo en la tierra
Y las gracias son numerosas. Alberto cuenta que una capilla de adoración perpetua “es un trozo de cielo en la tierra, un lugar en el que encontrar paz en medio de la ciudad”. Que Cristo Eucaristía esté expuesto todo el día permite que cualquier persona pueda llegar a Él cuando lo necesite.

Por ello, el colaborador de la capilla del Monasterio de Santa Isabel lo define como “un servicio a la Iglesia” que puede transformar una ciudad en la que el laicismo radical campa a sus anchas como es Barcelona. “La presencia del Señor irradia su luz y contagia a las personas, somos lo que contemplamos, y pasar un rato con Él nos llena de su luz y nos permite llevarle cuando salimos”.

"El Señor actúa en el barrio"
Por su parte, Isabel Puig ya sabe lo que es poner en marcha una capilla de adoración perpetua. Lo hizo hace algo más de año en Badalona y ahora está ayudando a que se abra esta en Barcelona puesto que su experiencia es que donde está Cristo expuesto el entorno se transforma.

“El Señor actúa en el barrio, en las almas, en todo el entorno”, relata Isabel a Religión en Libertad, y recuerda que en Badalona “hemos visto que las personas encuentran paz, los adoradores encuentran mayor serenidad para afrontar su vida y las heridas del corazón se van curando al acudir a ver a Jesús…”.


Isabel Puig es madre de familia numerosa y coordina los turnos en la capilla de Badalona

El "efecto mariposa" 
Además, esta madre de familia numerosa habla del “efecto mariposa” que la capilla supone para los vecinos del barrio. “Si los adoradores están mejor todo el entorno lo va notando. Se nota en las casas, en las familias, la gente tiene clara sus prioridades, esto tiene también un efecto inmediato en los amigos y podemos prestar una mayor ayuda a los que tenemos cerca”.

Este cambio se produce lentamente pero es constante aunque en las personas la presencia del Señor hace maravillas. Isabel cuenta que “hemos visto cambios de vida muy radicales que se sustentan en esa hora de adoración. Personas con dependencias, con problemas familiares graves que lo sobrellevan gracias a apoyarse en el Señor esa hora. También matrimonios en dificultad que vienen uno o los dos y gente que se cura, sobre todo de enfermedades del alma. Ves cómo evolucionan, cómo ganan en aceptación. Hay mucha alegría entre los adoradores, una alegría profunda”.

Atrae a los alejados
Isabel Puig también relata el caso de muchas personas no practicantes que acuden a la capilla de Badalona porque allí encuentran paz, silencio, un espacio acogedor y acaban siendo asiduos en la oración.

O adoradores que al principio confiesan que no van a misa con regularidad  pero se ponen delante del Señor. “Algo les dirá Él para que quieran volver cada semana, es un espacio de libertad total”.

Por ello, Puig considera un regalo y un milagro que “hoy en día en esta sociedad tan paganizada, el que haya un grupo numeroso que dé un paso al frente para adorar a Dios, que 300 personas se unan para adorar a Dios día y noche es un regalo del que no podemos ver la trascendencia”.

Un signo de conversión para Barcelona
Y así será cómo Barcelona recupere la fe. “Es una ciudad secularizada pero hay una espiritualidad histórica, tenemos grandes santos en Cataluña, que tiene que volver a renacer. Pero estas cosas suceden siempre poco a poco en el silencio, en el silencio de una capilla de adoración. Dios actúa así. Y poco a poco Barcelona se irá convirtiendo”, concluye Isabel.

Si quiere ser adorador en la capilla del Monasterio de Santa Isabel de Barcelona o quiere saber más sobre su ubicación puede hacerlo pinchando AQUÍ