Dios Padre: defiendo a las almas buenas para que no se corrompan


Mensajes a Javier Viesca, Méxio



Hijitos Míos, pedidMe, que la acción del Espíritu Santo, os ayude a sobrellevar estos momentos de prueba y de purificación. Os pido, Mis pequeños, que confiéis plenamente en Mí, vuestro Dios, recordad que Soy un Padre amorosísimo y busco lo mejor para vosotros. 

¿Estáis conscientes, Mis pequeños, en que, de vosotros, no he recibido el amor que Yo quisiera que vosotros Me hubierais dado, por tanto Amor que Yo os doy? Si estáis arrepentidos, procuradMe el Amor que Me debéis.

Sí, ciertamente, Me debéis mucho amor, pero este amor tiene que salir de lo profundo de vuestro corazón. No es un trato económico, no es un trato de números, es un trato que debéis hacerlo con el corazón, Mis pequeños.

Cuando, realmente, se aman dos personas, se aman con el corazón y su vida se desarrolla así, Mis pequeños, amándose siempre con el corazón y no calculando o llevando una estadística de cuánto te he dado y cuánto me debes; sino el dar, el dar, como Yo os doy, sin esperar, ciertamente, el regreso de la misma cantidad y sobre todo, de la misma calidad de Amor, que Yo os doy.

Cuando Yo os pido que, también, Me devolváis amor, quiero que lo hagáis, como os lo he dicho, de corazón. Ciertamente, vosotros, no podéis darMe el amor que Yo, como Dios, os doy, de la calidad Divina que Yo os doy; pero, sí, quiero que Me lo deis de todo corazón, que se sienta que Me amáis desde lo más profundo de vuestro ser. Ese es el verdadero Amor, que hagáis las cosas sin estar contando cuánto habéis dado o cuánto os han dado. Amar, amar es lo que quiero de vosotros. Todo el tiempo, amar a vuestros hermanos, amar a todos, como Yo os amo a todos. 

Ciertamente, no todos Me aman, muchos Me han traicionado y Me atacan, pero Yo los amo, porque Yo he creado a toda la humanidad y seguiré creando a infinidad de almas más. Algunas, Me traicionarán, otras Me amarán, pero Yo Me recreo en Mi Creación y Me congratulo más, con aquellos que responden a Mi Amor.

Os he dicho que el Amor es lo que vale en vosotros. Si vuestras obras y todo lo que Me ofrecéis, no llevara ésa impregnación de amor, de nada serviría, Mis pequeños. Todo lo que hacéis, debe de venir impregnado en amor, porque Yo todo lo doy en Amor, para que vosotros lo gocéis y lo podáis compartir a vuestros hermanos.

Cuando hacéis las cosas por obligación, el “dando y dando”, no vale Conmigo, Mis pequeños. Ciertamente, para Yo ser feliz, y os lo quiero decir claro, no necesito vuestro amor, Yo Soy Dios y estoy completo, Soy Perfecto y no necesito del amor de nadie, porque Yo Soy el Amor y Soy Perfecto en el Amor, y al crearos, Yo puse Mi Sello en cada uno de vosotros y Mi Sello es el Amor. Por eso, ciertamente, necesito que venga, de parte de vosotros y en vuestro libre albedrío, cuando menos, el agradecimiento por tener el don de la vida; el agradecimiento de saber que Yo, os estoy cuidando en todo momento; el agradecimiento por daros cuenta, perfectamente, de que sin Mí, vosotros, no valéis nada y estaríais muertos si Yo os dejara de ver o de cuidar, por décimas de segundo.

Dependéis totalmente de Mí, pero, la soberbia, a donde os lleva satanás, os hace creer que vosotros podéis ser autosuficientes, y estáis en un error, en el mismo error en el que vive satanás, y en un error que vosotros, habéis tomado como cierto y no os dais cuenta del engaño a donde os está llevando, para que vosotros, Me perdáis, ciertamente, por toda la eternidad.

Mucho error ha esparcido, satanás, por toda la Tierra y por el Universo entero y, vosotros, tontamente, le habéis seguido. Le creéis más a él, que a Mí, vuestro Dios, vuestro Creador, Yo, que os doy todo, que os cuido, le creéis más al que quiere vuestra perdición, al que quiere vuestro mal y, esto sucede, porque vosotros no estáis Conmigo, porque, si estuvierais Conmigo, y Me lo pidierais, Yo os estaría procurando Sabiduría Divina, para que vosotros entendierais lo que está, satanás, haciendo con vosotros. Pero vosotros preferís seguir actuando con pura inteligencia humana, que deja mucho que desear, y por eso, no entendéis todo lo que sucede a vuestro alrededor, porque no hay Sabiduría Divina en vosotros, no queréis entender lo que está sucediendo a nivel espiritual alrededor de vosotros y, solamente, os dejáis llevar por lo que os deja ver, ligeramente, satanás. No os deja ver la realidad, os desvía de una realidad que estáis viviendo, a una irrealidad, que hace crecer en vuestro ser, en vuestra mente y no comprendéis lo que está sucediendo a vuestro alrededor. 

Mucha maldad se está dando a vuestro alrededor porque vosotros sois autores, en buena parte, de esa maldad. Si Yo no Vivo en vosotros, no podéis producir un Bien. Si no tenéis en vosotros o no queréis hacer crecer Mi Esencia Divina, que es el Amor, en vosotros mismos, no podéis dar lo que no tenéis. Y, así, están las almas, en general, en toda la Creación, secas, no viven Mi Amor, no están abonando Mi Amor en su ser. Mi Amor no ha crecido en vosotros y no puede dar frutos en la gran mayoría de vosotros, y lo poco que podéis dar, se seca, porque os dejáis llevar por todo lo que sucede a vuestro alrededor y preferís ser de la bola, preferís ser de la mayoría que está mal, a ser de aquellas almas que viven en la realidad espiritual, que están viviendo lo que vosotros debierais vivir, para protegeros, para proteger vuestra alma, para proteger vuestros intereses espirituales, y no lo estáis haciendo y así, vais perdiendo, día a día, todo lo que Yo os he dado para vosotros y lo que realmente es valioso para vosotros, el bien de vuestra alma.

Mis pequeños, satanás es muy astuto. Si logró desviar a vuestros Primeros Padres, que eran perfectos, que tenían toda Mi Gracia, vosotros, que no la tenéis, que dejáis tanto qué desear, porque os habéis apartado de Mí, porque no vivís una vida espiritual y Sacramental, estáis vacíos; por estar así, satanás os manipula fácilmente. Os lleva a donde él os quiere llevar, sois veletas, pero veletas del mal, os movéis, según le conviene a él y no, a donde os quiero llevar Yo. 

El mal, ciertamente existe y se tenía que dar y se ha dado a lo largo de la historia, pero antes, satanás no podía actuar con la fuerza que ahora está actuando. El hombre podía razonar mejor antes, porque el mal no tenía la fuerza que ahora tiene. Vosotros os estáis dejando llevar por esa maldad, que ya está a vuestro alrededor y ha crecido en una forma descomunal. 

Pero, desgraciadamente, como decía Mi Hijo, San Juan el Bautista, “estoy gritando en el desierto” y, ciertamente, así es. Habéis tapado vuestros oídos, habéis cerrado vuestros ojos a todo lo que os puede salvar, a todo lo que os puede ayudar a crecer espiritualmente. Ya no vivís para Mí, ya no vivís, ni siquiera, para vosotros mismos, que es, hacer crecer vuestra alma y protegerla contra los ataques de satanás. Os he dicho tantas veces que, satanás, os quiere destruir, quiere destruir vuestra alma y, mientras viváis, os destruye, haciendo que vuestros planes humanos, caigan, y no os podáis recuperar y viváis en tensiones, sin paz, que no haya armonía en vuestra vida ni en vuestra familia. Y, no entendéis, por más que os llamo, por más que os grito, a través de Mis siervos alrededor del Mundo que os llevan Mis Palabras, no queréis entender, no queréis buscarMe, no queréis regresar al redil.

Os he dado a Mi Hijo, permití que bajara a la Tierra, para que Mi Hijo, siendo Dios, Lo respetarais y os dejarais guiar por Él. ¡Cuántos, cuántos en la antigüedad, quisieron haber vivido ésos momentos y, muchos de vosotros, también! Los que estáis Conmigo, hubierais querido vivir ésos momentos de Su Predicación, de Su Vida diaria, de las Enseñanzas Divinas, Celestiales que se les dio en aquella época. ¡Cuánto Amor derramó por todos ellos y por todos vosotros!, con Sus Palabras, con Sus Milagros, con Sus Acciones, y todo lo hizo por Amor y para que tuvierais ese Ejemplo del Maestro, del Maestro Divino. Todo Perfecto, todo Santo, todo Bueno y, aun así, mucha gente de ese tiempo, Lo despreció y, hasta Lo asesinó.

Se dejaron llevar, nuevamente, por satanás, a través de sus compinches de ese tiempo, los fariseos y los escribas y, todo por soberbia, todo por maldad. ¿Cuándo entenderéis, pueblo infiel y de cabeza dura? Ahora seguís siendo igual que ese pueblo que asesinó a Mi Hijo, y, así, como en aquel tiempo, el Templo estaba contaminado con los escribas y fariseos; en este tiempo, también, ya se encuentra contaminado, con aquellos que no enseñan Mis Verdades y las Verdades que os dejó Mi Hijo. Traición, maldad, error por todos lados.

Ciertamente, todo esto tiene que terminar. Estoy alargando el tiempo, se ha alargado el tiempo, para daros la oportunidad del arrepentimiento y, por otro lado, la intercesión de aquellos que Me aman y buscan darMe gusto, salvando almas. Pero veo que no reacciona, gran cosa, esta humanidad y tiene que venir el cambio, tiene que venir la Purificación. Tengo que eliminar la cizaña que creció junto al trigo. Ya estáis en el momento de la siega, ya puedo enviar a Mis Ángeles a arrancar la cizaña, conozco ya, el trigo bueno que ha crecido junto a la cizaña, que están del mismo tamaño, pero ciertamente, no son iguales. La cizaña será arrancada de la tierra, el trigo bueno, Mis hijos, Mis verdaderos hijos, reinarán este Mundo, después de que sea purificado. La cizaña será arrojada al fuego, las almas débiles, se salvarán por la acción de las buenas almas que pedirán por ellos, pero, ciertamente, ya habéis llegado al límite del tiempo.

Os pido que no os apartéis de la oración, que no os apartéis del camino que Yo os he trazado a cada uno de vosotros y que estáis viendo que os ha resultado bien, porque Me habéis seguido con confianza, con Fe y con amor, cosa que no hicieron aquellas almas que en cizaña se volvieron. Ciertamente, Me duele la eliminación de tantas almas, que no entendieron su función en esta vida, que era agradarMe a Mí, vuestro Dios, con la misión de Amor que os encomendé a cada uno de vosotros.

Me duele ver a Mis hijos que se pierden eternamente, pero fue su decisión, no Me quisieron en vida y menos Me querrán eternamente.

Tengo que defender y cuidar a las almas buenas, para que no se corrompan, para que no se vuelvan cizaña y, por eso, tengo que terminar con esta generación malvada, cruel, porque Me causó mucho Dolor. Y, vuelvo a repetir las Palabras de las Escrituras; Venid, benditos, almas benditas, almas bellas, que entendieron lo que Yo os pedía; que Me amaron, Me siguieron y confiaron, plenamente en Mí, vuestro Dios, sois Míos y os seguiré cuidando, a pesar de todo lo que veáis y viváis en esta Purificación que se avecina, no temáis, pero dejaos purificar, porque, todavía, tenéis alguna parte mala, que tomasteis de la cizaña.

PermitidMe, Mis pequeños, vosotros, los  que Me amáis y confiáis, plenamente en Mí, que seáis purificados, como purificaré a toda la Naturaleza, a todo lo creado, para que empecéis a vivir un Nuevo Mundo, bello, limpio de toda corrupción y pecado. Dejaos consentir, pero, también, os pido, Me consintáis a Mí, vuestro Dios y Creador, porque Me lo merezco, porque os amo y porque os seguiré cuidando. 

Las almas buenas, las almas que viven y entienden a su Padre, en este caso a Mí, vuestro Dios, saben hacer familia, saben agradar al Padre y a la Madre, saben convivir, saben cuidarse los unos a los otros, saben vivir según las Leyes que Yo os he dado, y que os las he dejado, para que viváis en la perfección. 

Soy vuestro Dios, sois Mis hijos, olvidaréis el pasado, olvidaréis el dolor y empezaréis un Nuevo Mundo, con grandes bellezas, con grandes alegrías, porque tendréis, plenamente, Mi Amor. 

Os amo, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, poned toda vuestra mente, vuestro corazón, vuestra Esperanza, en lo que os estoy prometiendo y que seráYa no veáis hacia atrás, ved hacia adelante, prácticamente, podéis ya sentir, vislumbrar, el regalo que ya he preparado para las almas escogidas y que gozaréis grandemente. Vivid en esa alegría santa; vivid ya rodeados en Mi Amor, y esto os lo digo para que no sufráis y aunque venga el sufrimiento de vuestra purificación personal, Mi Promesa está ahí, el Nuevo Mundo os espera y lo gozaréis inmensamente. Haced méritos, todavía, con el tiempo que os quede en estos tiempos de cambio. DadMe almas, dadMe el amor que no Me dan vuestros hermanos, los que van a ser eliminados.

Ahora, vuestro entorno es gris, obscuro, sucio, ved hacia adelante y, al poner vuestra Esperanza y vuestros deseos en lo que os estoy prometiendo, todo se vuelve Luz, todo se vuelve alegría. Estáis caminando ya, vosotros, los que seréis premiados y estáis dejando atrás ese camino de tinieblas, de error, de maldad, y todo va cambiando a vuestro paso: las tinieblas se disipan, la Luz os envuelve, la alegría está llenado vuestro corazón, Mi Amor, es vuestra vida ahora. Veis todo diferente, todo tiene colores muy vivos. Todo limpio, aires nuevos, la Naturaleza os llama, la Naturaleza os ama, estáis alegres, porque todo es nuevo.

Gozad, pues, Mis pequeños, esto, que ya está creado para vosotros, los que habéis sido fieles, los que Me amasteis, a pesar de que vuestro entorno era obscuridad y maldad. No os corrompisteis y, si lo hicisteis, regresabais a Mí inmediatamente. Son ya segundos los que faltan para que lleguéis a este Nuevo Mundo de bellezas y de gran Amor.

Gracias, Mis pequeños, por confiar en Mí, gracias por seguirMe, gracias por amarMe.