Líderes de opinión católicos: los adúlteros no pueden comulgar



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Comentarista líder católico: Los adúlteros no pueden recibir la comunión


ANN ARBOR, Michigan, 30 de agosto de 2017 (LifeSiteNews) - El anfitrión del programa de radio católico Al Kresta está presionando contra las afirmaciones de que los católicos divorciados y civilmente casados puedan recibir la comunión.

En el programa Kresta in the Afternoon de la Ave Maria Radio el viernes pasado, el comentarista con sede en Michigan dio la bienvenida al colaborador de la revista EWTN News, Matthew Bunson, para analizar los comentarios del arzobispo argentino, Víctor Manuel Fernández, uno de los asesores más cercanos del Papa.

Fernández habla por el Papa

En un reciente artículo publicado en una revista teológica latinoamericana, Fernández sostiene que el Papa Francisco "de una manera discreta" ha permitido a los católicos casados de nuevo recibir la Santa Comunión. Argumenta que el Papa confirmó esta posición en 2016 cuando apoyó la declaración pastoral de los obispos argentinos.

Fernández alega que Francisco ha introducido un discernimiento pastoral más amplio en el ámbito del foro interno sobre la recepción de la comunión, y que Amoris Laetitia nota 351 fue el vehículo a través del cual logró esto.

El arzobispo también se burló de lo que llamó un grupo "pequeño pero hiperactivo" de críticos del Papa por ser moralistas "oligárquicas" culpables de "pelagianismo intelectual".

Fernández fue nombrado rector de la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires por el entonces cardenal Jorge Bergoglio en 2009. Se cree que es el principal escritor fantasma de Amoris Laetitia.

La enseñanza de la Iglesia ya está clara

Tanto Kresta como su invitado parecían desconcertados por los comentarios del Arzobispo. Bunson dijo que Fernández presenta un "argumento complicado" que plantea casi tantas preguntas como él intenta resolver.

Entonces Bunson se preguntó: "¿Cómo puedes ejercer discretamente el magisterio papal cuando por su misma naturaleza involucra a toda la Iglesia y al mundo?"

Kresta estuvo de acuerdo. "¡Exactamente! Y esa es la razón por la que no debería darse esta discusión universal acerca de la comunión para los divorciados recasados porque es imposible tener esta clase de excepción pastoral tan delicada, cuando quieres convertirla en una especie de principio universal . No se puede hacer.

Kresta dijo que el 99,9 % de las situaciones que involucran a católicos divorciados y casados nuevamente "caen claramente bajo la enseñanza objetiva y absolutamente clara de la Iglesia". También enfatizó que los católicos deben seguir su conciencia pero que su conciencia debe ser informada primero por la verdad.

La práctica pastoral no puede contradecir la doctrina

Bunson también comentó sobre la fractura que tiene lugar dentro de la Iglesia como resultado del deseo del Papa por la sinodalidad.

"Vemos bajo el Papa Francisco un esfuerzo para dar mayor libertad a las conferencias episcopales y a los obispos. Pero haciendo uso del derecho canónico, comenzamos a ver el problema de esto ".
Tenemos "en un país como Polonia, una perspectiva, y en Alemania, justo al lado, tenemos la opuesta. Y este ha sido realmente el problema desde el principio con Amoris Laetitia ".

Kresta reiteró que la enseñanza de la Iglesia, tal como la estableció Juan Pablo II en Familiaris Consortio, ha sido clara desde hace décadas sobre quién puede y quién no puede recibir la comunión. Para los católicos divorciados y casados de nuevo simplemente no pueden participar (si siguen viviendo more uxorio o con relac. sexuales).

También hay "declaraciones muy claras" sobre la recepción de la comunión en la Reconciliación y Paenitentia de Juan Pablo II, agregó Bunson.

Kresta concluyó su programa defendiendo las enseñanzas eternas de la Iglesia en un monólogo vigoroso:

Permítanme dejar muy claro que el marco básico sobre la enseñanza moral y sacramental de la Iglesia no ha cambiado. Objetivamente hablando, es siempre, quiero insistir, siempre un pecado grave tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, y más aún cuando una de las partes está válidamente casada con otra persona - eso es adulterio. Este sería el caso de aquellos que están válidamente casados en la iglesia, pero terminan divorciados civilmente y "vuelven a casarse" sin anulación.

La propia conciencia nunca puede hacer lo que es malo objetivamente, permisible subjetivamente. Si uno es culpable de pecado mortal ... no es permisible recibir la Sagrada Comunión sin recibir primero la absolución sacramental, y eso requiere un firme propósito de enmienda, es decir, un cambiar.


Pero a veces las personas no son conscientes de que un pecado en particular sea grave o mortal. Y por eso no pueden ser culpables de pecado mortal. Eso no cambia el hecho de que es pecado mortal. Simplemente cambia su culpa subjetiva. (Recordemos que hay ignorancia culpable)

Las preguntas sobre ello deben ser dirigidas por un buen sacerdote local y por el obispo. 

También (estas personas) pueden leer la obra Familiaris Consortio y Reconciliatio et Paenitentia, de Juan Pablo II. 

El párrafo 84 de Familiaris Consortio declara lo siguiente: ... 


la Iglesia reafirma su práctica, basada en la Sagrada Escritura, de no admitir a la comunión eucarística a divorciados que se han vuelto a casar. Ellos no pueden ser admitidos por el hecho de que su estado y condición de vida contradicen objetivamente esa unión de amor entre Cristo y la Iglesia que es significada y efectuada por la Eucaristía. Además de esto, hay otra razón pastoral especial: si estos hombres fueran admitidos a la Eucaristía, los fieles serían llevados al error y a la confusión en cuanto a la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio.
La reconciliación en el sacramento de la Penitencia abriría el camino a la Eucaristía, y sólo puede concederse a aquellos que, arrepentidos de haber roto el signo de la Alianza y de fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a emprender un modo de vida que ya no esté en contradicción con la indisolubilidad del matrimonio.