Niños musulmanes, futuros asesinos

Observen este vídeo y este otro. No son niños soldados, son niños asesinos. Su inocencia se rebela contra aquello a lo que les obligan sus mayores. Y la pobre criatura siente miedo, mientras el salvaje que le adoctrina le sigue azuzando como si se tratara de un perro de presa.
Y así, el islam está creando, no niños-soldado, como los animistas africanos o asiáticos: está creando niños asesinos.
La pregunta es: ¿Son compatibles cristianismo e islam, como aseguran los voceros de sincretismo tristón en el que nos quiere introducir el Nuevo Orden Mundial (NOM)? No, no lo son. Hay muchas razones filosóficas pero bastará con una ascética: para un musulmán, llamar padre a Dios es una blasfemia, Alá no es un dios de amor, sólo de justicia distributiva. Mientras que el Evangelio más valorado de la Iglesia comienza con la noción clave de toda la teología cristiana: Dios es amor.
El musulmán carece de filiación divina. Por tanto, debe conformarse con su fe en una dios creador pero no redentor ni padre.
Ahora métanse en su alma y enseguida comprobarán lo que eso significa: quien puede consolarse con un Dios todopoderoso, en el mejor de los casos clemente y solidario, pero nunca padre pendiente del hombre, su hijo.
Verbigracia. Para un musulmán, un cristiano no es otra cosa que un enemigo al que matar… a la menor oportunidad.
No, cristianismo e islam no son compatibles.
Por tanto, convertir al mahometano al cristianismo es el único camino, cristiano, para afrontar la islamización de Europa. Es más, las alternativas para afrontar la invasión musulmana de Europa son tres:
  1. Convertir al musulmán al cristianismo para que pueda llamar padre a Dios.
  2. Expulsar a los musulmanes que pretenden imponer sus creencias por la fuerza. Por ejemplo, a los terroristas y a sus próximos.
  3. Masacrar a los musulmanes.
¿Se lo han planteado los obispos españoles? Hoy más que nunca, necesitamos el espíritu de San Pedro Nolasco. No se puede cohabitar con los musulmanes si pende siempre la amenaza del homicidio. Entre otras cosas, porque otra de las cuestiones en las que cree el cristiano y no el musulmán es en la libertad.
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Es una de esas memes que circulan por Internet. Y está bien planteado y lo malo, lo peor, es que la metáfora refleja el fundamentalismo islámico: llegan  tu casa, no sólo no agradecen nada sino que exigen. Y cuando pueden, te echan.



Eulogio López