Las razones de Livi para firmar la corrección





Antonio Livi, Profesor emérito de Filosofia del conocimiento en la Universidad Lateranense de Roma, Presidente de la International «Sensus communis» Association y Director Editorial de la Casa editrice Leonardo da Vinci explica las razones y el sentido de la corrección filial al Papa Francisco, a la que agregó su firma.


Yo llegué a la certeza (sólo relativa, por supuesto) de que esta praxis de un magisterio no dogmático, «líquido», reformista, es más, revolucionario, no es útil para el verdadero bien de las almas, o sea en el progreso de la vida cristiana de todos los fieles de la Iglesia Católica. Ésta es una opinión que me la he formado principalmente sobre la base de mi experiencia personal de la administración de los sacramentos, y luego recogiendo también las experiencias de mis hermanos sacerdotes que están en una crisis de conciencia sobre cómo entender y cómo aplicar las nuevas directrices pastorales de Amoris laetitia.

(...)

En cambio, la «correctio filialis» afirma que la praxis pastoral del Papa está contribuyendo a la propagación de herejías, tanto para los puntos que utiliza en sus discursos y documentos (argumentos claramente derivados de consejeros conocidos por su mala doctrina), como por su las decisiones del gobierno (designaciones de algunos y dimisiones o alejamiento de otros) que terminan por dar poder y prestigio en la iglesia a los teólogos que enseñan tales herejías desde hace tiempo, mientras que aleja de sí y de los dicasterios de la Santa Sede a los teólogos de recto criterio.(...)


Esta preocupación  hoy día crece por la gravísima desorientación pastoral causada por la interpretación ideológica de los documentos del Concilio Vaticano II así como por el magisterio post-conciliar de acuerdo con aquella "hermenéutica de la ruptura" que fue denunciado en su momento por Papa Benedetto, y que consiste en la percepción generalizada de que ya no existe una «doctrina de la fe», sino sólo programas de reforma de la Iglesia Católica para homologarla a las otras religiones, sobre la base de una «ética mundial» también patrocinada por las ideologías políticas dominantes en el mundo (véase mi introducción teológica al libro de Danilo Quinto , Disorientamento pastorale, Leonardo da Vinci, Roma 2016). En estas circunstancias eclesiales, hace poco escribí en NBQ, que cada uno de los fieles católicos deben hacer lo que está dentro de su alcance, yo hago lo que puedo, en cuanto creo que es útil.
Extractado de La Nuova Bussola Quotidiana