Los desastres no vienen del Cambio Climático




Como nos ha hecho notar un lector, los huracanes y terremotos no son consecuencia del cambio global del clima, aunque ya Bergoglio ha llamado estúpidos a los que no creen en él; sin embargo hay quien corrige al que pontifica y lo deja en evidencia. 

Más bien son un castigo de Dios, en el que está implicado, que nadie lo dude, la apertura al salvaje sacrilegio eucarístico que, desde varios ángulos, propicia el que está sentado en la sede petrina.

Catedral de San Patricio, Parramatta http://www.valentina-sydneyseer.com.au/

Hoy, durante la Misa nuestro Señor me dijo: "Quiero que me ofrezcas a toda la congregación aquí en la iglesia. Ofréceme a todas las personas afectadas por estos desastres en el mundo. Desastres que han alcanzado una escala enorme. "

"Hija Mía, sé que estás triste por todo lo que ves que les está sucediendo a los demás. ¡Reza por ellos!"

"Quiero decirte que Mi ira es grande y Mi Mano Justa está llegando a todas partes del mundo."

Mientras Nuestro Señor estaba diciendo estas palabras, yo podía verlo sentado en el Trono de Justicia, hablando la Verdad, pero nadie está escuchando, Él está ahora entregando el castigo al mundo.

Los desastres no tienen nada que ver con la globalización del mundo o con el cambio climático. Son un castigo para el mundo desde el Cielo, para corregirnos porque somos desobedientes y no tomamos nota de las advertencias que vienen del Señor.

El Señor me dijo que se Le ofende tanto, que ya no puede aceptarlo.

Después de la Sagrada Comunión y después de la Bendición Final en la Misa, nuestro Señor dijo: "Permanezcan arrodillados todo el tiempo que puedan. Esto me dará consuelo.

Permanecer arrodillado es un signo de reverencia a Dios y pedido por Dios como reparación de todos los sacrilegios cometidos en esta Iglesia y en todas las iglesias alrededor del mundo.