Cómo Confesarse Bien




1.CONFIANZA EN LA MISERICORDIA INFINITA DE DIOS. Jesús dijo a S. Faustina, que lo que más le hiere es la falta de confianza en su misericordia infinita.  También dijo, que si el pecador tuviera tantos pecados como los granos de arena, pero confiara en su misericordia, todos desaparecerían en el abismo de su Misericordia.

2.  PREPARACIÓN. La teología dice:  uno recibe gracias en proporción a la disposición del corazón y de la preparación previa.  Se necesita un buen Examen de Conciencia y emplear tiempo para prepararse bien para este encuentro con su Salvador amoroso y misericordioso.   Busque un lugar silencioso, anote los pecados en una hoja de papel de modo que cuando usted entre al confesionario, no se le olvide las cosas que va a confesar. Cuanto mejor se prepare, mejor será el resultado, ¡como es el caso en cualquier práctica!

3.  ENCUENTRO PERSONAL CON CRISTO. Nuestra religión es fundamentalmente  una relación personal de amistad con Jesús. Jesús de hecho es el amigo que nunca falla.  Si entendemos que la esencia del pecado es hacerle daño a la persona que nos ama y murió en la cruz por nosotros, entonces será mucho más fácil evitar el pecado.  El pecado no es tanto romper una regla, sino romper el Corazón amoroso de Jesús.

4.  VALORAR EL SANTÍSIMO SACRAMENTO Y VALORAR LAS GRACIAS Y OPORTUNIDADES. Veamos la banalidad con que tratamos a la Eucaristía, estamos tan acostumbrados a la santa Misa, que corremos el riesgo de no valorar lo que con tanta facilidad se nos da por pura gracia. Al igual que en un matrimonio, siempre se corre el riesgo de no valorar al cónyuge.  Del mismo modo, podemos tomar a Jesús y los Sacramentos banalmente. Cada vez que recibimos la Eucaristía, (o acudamos a la confesión), debemos recibirla como si fuera nuestra última Comunión, y la Comunión sobre la cual seremos juzgados.  En muchas sacristías hay un cartel que dice:  “Celebra la Misa como si fuera tu primera, tu última y tu única Misa.”  De igual modo, debemos esforzarnos por recibir el Sacramento de la misericordia como si fuera nuestra primera, última y única confesión!

5.  FIRME PROPÓSITO DE ENMIENDA. Hay cinco pasos para hacer una buena confesión: 
a) Examen de conciencia; b) Dolor por nuestros pecados; c)  Firme propósito de enmienda; d) Confesión de los pecados al sacerdote; e) Llevar a cabo la penitencia impuesta por el sacerdote.  
Para hacer una buena confesión, tiene que haber un compromiso firme de nuestra parte para evitar cualquier persona, lugar, cosa o circunstancia que podría llevarnos a las trampas del pecado.  Esto exige auto-examen, el auto-conocimiento, humildad y fortaleza.  Esto también exige que analicemos la película de nuestra vida para ver dónde, por qué, cuándo, cómo, con quién y qué nos condujo a caer en el pecado.  

6.  RECE POR EL SACERDOTE/CONFESOR.Leemos en el diario de Santa Faustina, que en una ocasión, S. Faustina salió del confesionario y sintió una intraquilidad, una falta de paz, algo que usualmente experimentaba después de hacer su confesión sacramental. Jesús se le apareció y le dijo que la razón de su falta de paz se debía a que no había pedido por el sacerdote confessor antes de entrar en el confesionario.  Una breve oración por el sacerdote – un Ave María, una oración al Espíritu Santo o a su angel de la guarda – puede mejorar drásticamente nuestra confesión.  ¡Inténtelo!

7.  CUALIDADES DE UNA BUENA CONFESIÓN.  1) La transparencia; 2) La humildad y 3) La obediencia. Cuando confesamos nuestra culpa al sacerdote, quien representa a Cristo, debemos ser lo más claros posible.  No debemos intentar justificar nuestros actos, Por último, debemos obedecer los indicativos o el consejo que el cura nos da, ¡ya que él representa a Cristo!

8.  LA CONFESIÓN FRECUENTE. La Iglesia nos alienta a que nos confesemos con regularidad para crecer en santidad. Uno está obligado a confesar los pecados mortales según la especie y el número exacto o si no se conoce, el número aproximado y nos anima a que confesemos los pecados veniales. Se pueden confesar los pecados mortales de la vida pasada y renovar la pena por haberlos cometido  ¡La confesión frecuente sirve para borrar y eliminar la mancha dejada por ellos poco a poco!  Pero cuidado! Evite hacer confesiones mecánicas, rutinarias o superficiales sin un firme propósito de enmendar su camino.

9.  ACLARAR DUDAS. Si tiene cierta confusión moral, duda o incertidumbre acerca de algún asunto o acción, pedir a su confesor que se lo aclare.  La teología moral nos enseña que nunca debemos actuar sobre una conciencia dudosa.  Por el contrario, hay que aclarar la cuestión moral con nuestro confesor antes de actuar. 


10.  ACCIÓN DE GRACIAS. Después de haberse confesado, demos infinitas gracias a Dios por su misericordia, su bondad, su compasión y por el don de este sacramento.