Existe una "rivalidad política" entre el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, y su segundo, el arzobispo Angelo Becciu.
Según Il Fatto Quotidiano (22 de enero), Becciu actúa como un "Papa italiano" por su capacidad para controlar los asuntos internos como si fuera el jefe de los obispos italianos. El periódico sabe que Parolin y Becciu "colisionan".
Una fuente del Vaticano le dijo a Il Fatto, que el conflicto ha crecido hasta el punto de que uno de ellos tendrá que irse. El periódico cree que Francis no quiere castigar a Becciu, que es su partidario acrítico, pero podría promoverlo para alejarlo.
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