Los homosexuales corretean por los palacios del Vaticano, hay obispos que dirigen grandes dicasterios que colocan murales homoeróticos en sus catedrales, monseñores que son atrapados en ascensores con prostitutos y que luego son promovidos , entonces uno tiene que preguntarse hacia dónde va el Vaticano. Tal vez las otras preguntas son, ¿a dónde nos llevan y quien nos está llevando allí?