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La confusión, ahora sobre el infierno, es el sello distintivo de este pontificado
De acuerdo, el Papa Francisco probablemente no dijo: "No hay infierno". Pero esa es la historia principal para hoy, Jueves Santo. Y aunque tal vez el entrevistador es responsable de una cita inexacta, el Papa mismo es responsable de la confusión resultante.
El Vaticano, naturalmente, ha lanzado otra "aclaración". Sin embargo, observe que la declaración del Vaticano en realidad no niega que el Papa Francisco pronunciara esas palabras. Porque la verdad es que nadie sabe exactamente lo que dijo.
Aquí está la declaración atribuida al Pontífice, en un artículo que apareció en La Repubblica, con respecto al destino de los pecadores no arrepentidos:
Ellos no son castigados. Aquellos que se arrepienten obtienen el perdón de Dios y se unen a las filas de esas almas que lo contemplan. Pero aquellos que no se arrepienten, y por lo tanto no pueden ser perdonados, desaparecen. No hay infierno; está la desaparición de las almas pecaminosas.
Esa cita apareció en un artículo de Eugenio Scalfari, quien entrevistó al Santo Padre a principios de esta semana. Siguiendo su práctica habitual, Scalfari no grabó la sesión, ni siquiera tomó notas. El veterano periodista, quien, por cierto, se acerca a su cumpleaños 94, confió en su memoria para reconstruir la conversación. Entonces las palabras que estaban entre comillas en su artículo pueden o no ser las palabras del Papa Francisco.
Así que la declaración del Vaticano de hoy es cierta: "Ninguna cita en el artículo antes mencionado puede considerarse una transcripción fiel de las palabras del Santo Padre".
Pero esa no negación deja dos preguntas sin respuesta:
¿Dijo el Papa esas palabras, o dijo algo lo suficientemente parecido para que la cita de Scalfari no fuera totalmente inexacta?
¿Por qué el Papa se sometió a una entrevista con un periodista que no lo cita con precisión?
Tenga en cuenta que esta no es la primera vez que Scalfari entrevistó al Pontífice, ni es la primera vez que sus artículos han producido titulares sensacionalistas, basados en impactantes "citas" del Pontífice. De hecho, esta es la quinta entrevista de Scalfari. Una y otra vez, la maquinaria de relaciones públicas del Vaticano ha logrado una aclaración, recordando a los católicos desconcertados que las citas pueden no haber sido precisas.
Por otra parte, tal vez las citas fueron precisas. En 2015, Scalfari hizo un informe similar de que el Papa había negado la realidad del infierno. Si ese informe era inexacto, ¿por qué el Papa Francisco no lo corrigió en conversaciones posteriores, para que no volviera a cometer el mismo error? ¿por qué el Pontífice no hace una declaración propia, en este momento, afirmando que él sí cree en el infierno? En este punto, es difícil negar que Scalfari está tergiversando deliberadamente las declaraciones del Papa, en cuyo caso no debería conceder entrevistas, o el Papa está haciendo declaraciones que justifican la cobertura del titular.
Evidentemente, el Papa Francisco piensa en Scalfari como un amigo, y ciertamente tiene derecho a hablar libremente con sus amigos. Pero ¿por qué hablaría con él si lo está distorsionado? Sólo puedo concluir que el Papa Francisco, el Papa que alentó a los jóvenes católicos a "hacer lío", está creando deliberadamente confusión.
En Lost Shepherd escribí: "La confusión en Amoris Laetitia no es un error; es una característica. "El Papa Francisco se dio cuenta de que no puede contradecir directamente la enseñanza perenne de la Iglesia, presentada tan claramente por San Juan Pablo II. Pero él pudo crear confusión sobre esa enseñanza, y de ese modo proporcionó un nuevo espacio de maniobra para aquellos que no están contentos con la postura de la Iglesia.
Por la misma lógica, el Papa Francisco no puede negar la existencia del infierno sin contradecir directamente la enseñanza de la Iglesia. Pero puede crear confusión, y lo ha hecho una vez más. ¿Niega, o al menos cuestiona, la existencia del infierno? No lo sabemos
Incontables miles de personas desconcertadas han escuchado que el Papa cree que no hay infierno. Quizás fue citado incorrectamente; tal vez él había tenido la intención de un mensaje diferente. Pero sí sabemos qué mensaje no envió. cuando el mundo cristiano entra en el Triduo, conmemorando la Pasión de Cristo, los titulares no decían: "El Papa dice que Jesús murió para salvarnos de nuestros pecados". (sino: el Papa no cree en el Infierno)
¿Qué posible propósito podría haber servido esta entrevista con Scalfari, si no para causar confusión sobre la fe católica? La confusión es el sello distintivo de este pontificado: no es un error sino una característica.