Bergoglio pide la prohibición total de armas




Dice un tweet de Fco que si queremos la paz, deberíamos prohibir todas las armas para no tener que vivir con miedo a la guerra.

María Ferraz

No es porque lo diga yo, pero el pretendido control de las armas privadas de los habitantes de un país, (tema ahora candente en los EEUU) propuesto por partidos izquierdistas que apoyan el Nuevo Orden Mundial, y que priva a los ciudadanos del derecho a la autodefensa y de repeler posibles operaciones represoras e injustificadas gubernamentales, no es competencia del vicario de Cristo ni de los obispos bergoglianos, que se declaran por el contrario, frenéticamente en favor de esta regulación. 

Y se ve, en otra más de sus salidas de tono, que la Iglesia no sólo les importa un bledo sino que trabajan para liquidarla adoptando doctrinas ajenas a Ella y malversando Sus tesoros divinos, al tiempo que acometen la agenda de ecología radical y comunista de Soros, según se ha sabido a través de Wikileaks.

Y, según Francisco, ¿qué hacemos? ¿Ponemos en una pira todos los tanques, las minas, los misiles, las granadas, los portaaviones de guerra etc.. y les prendemos fuego?¿Prohibimos también los cuchillos de cocina y las piedras?

Pues sepamos que, desarmando a la población, es como los islamistas podrán poner, más y mejor por obra su persecución sangrienta contra el mundo cristiano, porque si bien pueden quitarnos las armas de fuego, las navajas o los puñales, ellos siempre los conseguirán en el mercado negro y no sólo esto, sino el material para fabricar explosivos o hacer un coche bomba, o simplemente robarán un vehículo para acometer un atropello masivo mortal.

Y si Katy Perry, la invitada al Vaticano para hablar de falsos misticismos, vendió su alma al diablo para triunfar en el mundo del espectáculo, Bergoglio no se ha quedado atrás sino que la ha superado, ofreciendo a Satanás el alma de millones de católicos incautos que le siguen como si fuera Dios.