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El mismo cardenal alemán Marx también ha cerrado Altomünster (imagen), una abadía de mil años de edad en Baviera, un hito religioso e histórico, a pesar de que todavía había varias monjas viviendo allí, y varias jóvenes que estaban aspirando a ser monjas, y para mantener la Abadía y hacerla crecer nuevamente.
La Archidiócesis de Munich, según Peter Seewald, periodista y conocido internacionalmente como entrevistador del Papa Benedicto XVI, ha trabajado mediante mentiras, engaños, intimidación y métodos sórdidos para ayudar a cerrar esta Abadía y transferirla (y su considerable riqueza) a la Diócesis de Munich, con la ayuda de un veredicto de Roma.
La "situación absurda", en las propias palabras de Seewald, va tan lejos que el Cardenal Marx ordenó a los guardias que protejan a la Abadía de las religiosas, impidiéndoles quedarse o volver a entrar. Y esto en un momento en que la Fe Católica en Alemania está muriendo.
¿Por qué el cardenal Marx sigue siendo el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y consejero del Papa Francisco?