Táctica bergogliana para introducir herejías




La bula Auctorem Fidei en la que el papa Pío Vi condena a los jansenistas, habla en su introducción de los métodos utilizados por los ‘novadores’ para mezclar sus perniciosos errores con buena doctrina con el fin de que pasaran desapercibidos y lograran inocular su error en los fieles desprevenidos.
El mismo papa señala que está manera de proceder ha sido común entre los herejes de todas las épocas y da el ejemplo de Nestorio, patriarca de Constantinopla.
Éste mismo método ha sido muy utilizado por los modernistas tal como lo señala San Pío X en la encíclica Pascendi
Los que siguen los documentos y alocuciones del “Papa” Francisco conocen a las claras sus contradicciones, “aclaraciones”, explicaciones etc.. que expone frecuentemente sobre la doctrina dada por él, trufada de ideas escandalosas, o simplemente chocante por lo alejada que parece de la doctrina expuesta en los catecismos y que deja a los fieles inmersos en las dudas.
 Francisco predica el error mezclando la verdad con la mentira; específicamente, exagerando una verdad (la necesidad de participar en obras de misericordia corporales) y luego omitiendo otras verdades (por ejemplo, la necesidad de la fe y la práctica de las obras espirituales de misericordia) que contradicen su distorsión de la verdad….
…El hecho de que Francisco se exprese de forma ambigua y luego “aclare” las cosas más tarde, o diga una cosa para luego decir lo contrario en otro momento, es simplemente una indicación de que él domina el arte modernista del doble lenguaje, la técnica más perniciosa de inyectar el veneno de la herejía en las almas crédulas e inocentes al tiempo que se preserva él con una plausible negación de lo dicho.
Este método ya se expuso y condenó en términos muy claros en 1794 por el Papa Pío VI, quien señaló que:
… afirmaciones aparentemente chocantes en un lugar, se explican ortodoxamente en otros lugares, e incluso en otros lugares se corrigen; como si estuviera permitido a cualquiera afirmar o negar una declaración dada, o dejarla en manos de las inclinaciones personales individuales – tal ha sido siempre el método fraudulento y atrevido utilizado por los innovadores para establecer el error. Permite tanto la posibilidad de promover el error como dar excusas de él.
(Papa Pío VI, Bull Auctorem Fidei , introd.)
Sabian los novadores muy bien el astuto arte de engañar. Los cuales temiendo ofender los oidos catolicos, cuidan ordinariamente de disimularlos con fraudulentos artificios de palabras, para que en medio de una variedad de sentidos con mayor suavidad se introduzca en los animos el error oculto , y suceda , que corrompida por una Iigerisima adición ó mudanza, la verdad de la sentencia, pase sutilmente y cause la muerte aquella doctrina que obraba la salud.
(...) cuando envolviendo en tinieblas lo verdadero, y volviendo despues á confundir uno y otro, ó confesaba lo que habia negado , ó pretendia negar lo que habia confesado.
Para rebatir estas astucias renovadas con demasiada frecuencia en todas las edades no se ha hallado otro camino mas acomodado que el exponer las sentencias, que embozadas con la ambigüedad, encierran una peligrosa y sospechosa diversidad de sentidos, notar la siniestra inteligencia á que está anexo el error que reprueba la sentencia catolica.

(Bula Auctorem Fidei, de Pío VI .contra los errores del Sínido de Pistoia. Subrayados nuestros)