Enseñadles a vuestros hijos a honrarme y obedecerme



Niños creados para mi gloria,

Deseo instruiros ahora. Soy El que soy. Yo soy el gran yo soy Yo soy. Abrid vuestros corazones al amor. Rendíos con toda confianza. Dadme permiso para trabajar en vosotros para transformar la Tierra. Nunca violaré vuestro libre albedrío, Pequeños. 

Aceptad mi invitación a cambiar. Amados, queda mucho por hacer. Los niños están sin supervisión. Pasan incontables horas ante los televisores, los teléfonos celulares y en Internet. 

Pocos de ellos me rezan. Esto debe cambiar. Enseñadles a honrarme y a obedecerme. Habladles de Mi amor. Decidles que deben aceptar el regalo de la salvación para obtener una eternidad de bienaventuranza. Decidles que me amen por encima de todo lo demás. Adviertidles sobre el peligro de la idolatría, y aseguraos de mantener vuestros hogares libres de ídolos. Obedecedme. 

Enseñadle el poder del nombre de Jesús, y dadles instrucciones para que me invoquen cuando tengan miedo, cuando estén desanimados y cuando duden. Enseñadles sobre mi amor. Espero en vosotros. Tomad vuestros mandos, porque el rechazo a ejercer vuestra autoridad sobre vuestros hijos es un pecado grave. 

 Espero en vosotros.

 Os dejo Mi beso de paz. Shalom