Obispo vuelve a pedir un nuevo cónclave



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La crisis actual en la Iglesia sólo puede ser resuelta por los Cardenales de la Iglesia.

por + Rene Henry Gracida, obispo emérito de Corpus Christi, 3 de junio de 2018

"Las estadísticas no mienten", dicen, y las estadísticas publicadas recientemente  muestran que la asistencia a las Misa dominical está en el punto más bajo que nunca en los Estados Unidos. La apostasía está en el aire. Nadie puede negar que la Iglesia está en un momento de crisis. Una crisis que solo puede ser resuelta por un grupo de Cardenales, que fueron válidamente designados por los Papas San Juan Pablo II y Benedicto XVI, que no incurrieron en la pena de Excomunión Latae Sententiae al violar las restricciones de la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis que gobernaba el Cónclave celebrado en 2013.

Sólo puede ser resuelto por un grupo (aunque pequeño en número) de Cardenales válidamente designados que consideren que la elección de Francisco el Misericordioso en el Cónclave de 2013 fue inválida porque la votación que lo "eligió" incluía papeletas emitidas por Cardenales que habían incurrido en la pena de Excomunión Late Sententiae antes de votar, bajo las disposiciones de la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, y entre dichos Cardenales estaba el propio Jorge María Bergolio.

Sólo puede ser resuelto por un grupo (por pequeño que sea) de Cardenales válidamente designados que, reunidos en un cónclave especial ad hoc, declaren la sede de Pedro vacante y establezcan la fecha para el próximo cónclave que se celebraría bajo las disposiciones de Universi. Dominici Gregis y que procedería a elegir al próximo Papa.

Hay un amplio precedente histórico para tal reunión de Cardenales, por pequeña que sea. Hay un registro histórico de los muchos casos en los que la crisis de la Iglesia institucional solo se resolvió por la acción de un pequeño grupo de Cardenales que habían sido válidamente designados como cardenales por un Papa válidamente elegido.

 Lo que estoy proponiendo puede parecerle radical, pero créame, lo que propongo no es tan radical como algunas de las soluciones a crisis similares que han ocurrido en el pasado.



(Ver anti papas en la historia de la Iglesia en el enlace superior)