Francisco, al servicio de la Sinagoga

Jorge Mario Bergoglio Sívori celebrando Hanukkah en Argentina 













El judaísmo, después de la crucifixión de Nuestro Señor, se convirtió en el enemigo del Evangelio, y el pueblo elegido se transformó en la sinagoga de Satanás. No soy yo quien lo dice, sino dos judíos, dos apóstoles de Jesucristo, San Pablo y San Juan, quienes lo afirman en la Epístola a los Romanos y en el libro del Apocalipsis. Y esto será así hasta la conversión final de Israel, que tendrá lugar un día, como también lo anuncia san Pablo en la misma epístola. 

A la espera de que ese grandioso acontecimiento se realice, la oposición entre la Iglesia y la Sinagoga es total, en la misma medida en que la primera está enteramente consagrada a difundir a Jesucristo en las almas y a hacerlo reinar en la sociedad, mientras que la segunda se opone a esto con todas sus fuerzas, no persiguiendo sino un único objetivo: el del advenimiento del falso mesías que el judaísmo talmúdico aguarda, y que no será otro que el mismísimo Anticristo.

Y esto a pesar de que Nuestro Señor había advertido al respecto: « Yo vine en el nombre de mi Padre y vosotros no me habéis recibido; otro vendrá en su propio nombre y vosotros lo recibiréis21 » (Jn 5, 43). San Jerónimo comenta de este modo las palabras de Jesús: « los judíos, después de haber despreciado la verdad en persona, recibirán la mentira recibiendo al Anticristo ». Y, según San Ambrosio: « esto muestra que los judíos, que no quisieron creer en Cristo, creerán en el Anticristo22 ».

El mundialismo laico y derecho-humanista, la instauración del Nuevo Orden Mundial tecnocrático y anónimo, sin alma y sin historia, es el resultado de sus esfuerzos seculares de subversión metódica del orden político natural y cristiano. La República Universal, abstracta y desencarnada, concebida por espíritus iluminados en las logias cabalistas, « democrática, multiculturalista y pluralista », pero con exclusión de Cristo, es el contrapunto diabólico de la Cristiandad, una falsificación monstruosa de la unidad católica y la condición indispensable para la aparición del Hombre de Pecado.

Y es preciso constatar, sobrecogidos de estupor, que desde Juan XXIII todos los papas conciliares han apoyado este perversísimo proyecto, convirtiéndose ellos también, nada menos que los supuestos Vicarios de Nuestro Señor Jesucristo en la tierra, en los más fervientes partidarios de las Naciones Unidas y de los Derechos Humanos, en agentes obsequiosos del humanismo anticrístico y en serviles lacayos de la Sinagoga.

Dos fechas clave a tener en cuenta, ya que revelan a todo espíritu advertido la presencia del enemigo en el Lugar Santo: la modificación de la plegaria por la conversión de los judíos del Viernes Santo, que Juan XXIII se apresuró a efectuar en marzo de 1959, apenas cuatro meses después de su elección, suprimiendo las palabras perfidis y perfidiam aplicadas a los judíos, y la promulgación de la declaración conciliar sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, Nostra Aetate, el 28 de octubre de 1965, declarando que el judaísmo talmúdico no debía ser considerado como si hubiese sido « reprobado por Dios » y condenando sin
(21 Epist. 151, ad Algasiam, quest. II 22 In Psalmo XLIII)
matices el « antisemitismo », vocablo empleado falazmente23, puesto que en él queda necesariamente incluido el antijudaísmo talmúdico, de carácter teológico, perfectamente legítimo, ya que basado en la enseñanza del Nuevo Testamento, proscribiendo de este modo la verdadera doctrina católica en relación con la Sinagoga.page9image27016

La actitud de Francisco para con el judaísmo se inscribe en continuidad perfecta con esta nueva teología conciliar. Nos limitaremos a citar un solo ejemplo, ampliamente suficiente para ilustrar la situación. El 27 de setiembre de 2015, durante su viaje a los USA, en la Universidad San José de Filadelfia, Francisco bendijo una estatua llamada Sinagoga e Iglesia en nuestro tiempo, que presenta a dos mujeres sentadas la una a la par de la otra, como dos hermanas. Una sostiene un libro, la otra un rollo, mientras observan con mucho respeto el texto de la otra24. En el pedestal se encuentra inscripta una cita de Francisco tomada del § 249 de Evangelii Gaudium:

« Existe una rica complementariedad que nos permite leer juntos los textos de la Biblia hebrea y ayudarnos mutuamente a desentrañar las riquezas de la Palabra.25 »

La antevíspera, en el campus de la misma universidad, se sostuvo un coloquio judeo-cristiano para conmemorar el 50 aniversario de Nostra Aetate, intitulado 50 años de un viaje de amistad. He aquí un breve extracto de la intervención del rabino argentino Abraham Skorka, gran amigo de Francisco, con quien escribió en 2010 el libro Sobre el cielo y la tierra:

« El fin último de Nostra Aetate fue el de crear una nueva realidad para los judíos y los católicos, un nuevo mundo. Un mundo en el cual ellos no fueran opuestos sino que pudieran activamente estudiar y aprender en común, y de este modo enriquecerse mutuamente y ayudarse mutuamente a transitar su camino de alianza con Dios. No somos más “extranjeros” los unos para los otros. Esta idea está representada por aquella escultura tan significativa que estamos a punto de consagrar, que recordará a todos cuantos en el futuro la vean y contemplen, las conquistas del pasado y los desafíos del futuro.26 »

Por su parte, el escultor de la estatua, Joshua Koffman afirmó que:

23 « Además, la Iglesia, que reprueba cualquier persecución contra los hombres, consciente del patrimonio común con los judíos, e impulsada no por razones políticas, sino por la religiosa caridad evangélica, deplora los odios, persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona contra los judíos. » En aras de la brevedad, omitiré comentar aquí la falsedad notoria según la cual la Iglesia reprobaría « cualquier persecución contra los hombres », aseveración gratuita y desprovista de todo fundamento teológico, en perfecta conformidad con la ideología democrática, pluralista y derecho-humanista adoptada por el CVII...

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« la declaración de 1965 ha rechazado como obsoletos aquellos siglos de acusaciones cristianas que pretendían que los judíos eran enemigos de Dios, y convocó al diálogo y a la amistad entre católicos y judíos ».

Y el vocero del Vaticano, el Padre Federico Lombardi, poco antes de la llegada de Francisco ante la estatua, explicó a los periodistas que la estatua:
« es una perfecta manifestación de la idéntica dignidad de las dos hermanas, la Iglesia y la Sinagoga27. »

He aquí, a título de recordatorio, las palabras pronunciadas por el rabino Abraham Skorka el 11 de noviembre de 2012, cuatro meses antes de la elección de Francisco al pontificado, con ocasión de la recepción del doctorado honoris causa que le otorgara la UCA (Universidad Católica Argentina) de manos de Jorge Bergoglio, a la sazón arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, quien escuchó con atención el discurso del rabino y lo aplaudió calurosamente:

« Si en este momento elevo un pedido a Dios, es que se multipliquen todos aquellos, que seamos muchos los que breguemos por la verdad, más allá de las disquisiciones y los puntos de vista teológicos, más allá de las diferencias teológicas. Tenemos que hacer una realidad humana, construir una realidad humana distinta. Estamos esperando al Mesías, pero para que El llegue, le tenemos que preparar el terreno, tenemos que dejarle un lugar. Yo creo que no es una cuestión pasiva, creo que El va a venir cuando Dios lo disponga, Dios se va a revelar a lo humano, cuando El lo va a disponer. Pero yo creo que Dios también nos está esperando a nosotros. Muchas gracias.28 »

Para concluir esta sección, he aquí un corto pasaje de Evangelii Gaudium en el que Francisco explica que la Iglesia debe enriquecerse con los « valores » del judaísmo talmúdico que rechaza a Nuesto Señor Jesucristo:
« Dios sigue obrando en el pueblo de la Antigua Alianza y provoca tesoros de sabiduría que brotan de su encuentro con la Palabra divina. Por eso, la Iglesia también se enriquece cuando recoge los valores del Judaísmo.29 » § 249


Ante semejantes palabras se queda uno estupefacto. ¿Cuáles son esos « valores del judaísmo » susceptibles de enriquecer a la Iglesia? ¿Será su rechazo obstinado de su único Mesías y Salvador, Jesucristo? ¿O bien su internacionalismo subversivo y anticristiano, preludio del reinado mundial del Anticristo? Me pregunto: ¿qué más hace falta para convencerse de que Francisco ha traicionado a la Iglesia, poniéndose enteramente al servicio de la Sinagoga? 


http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decl_19651028_nostra- aetate_sp.html24 http://www.valoresreligiosos.com.ar/Noticias/el-papa-bendijo-una-escultura-que-representa-la-unidad- catolicojudia-5123
25 http://hola-akermariano.blogspot.fr/2015_09_01_archive.html26 http://callmejorgebergoglio.blogspot.fr/2015/10/skorkas-speech-at-unveiling-of-synagoga.html


27 http://forward.com/news/321629/pope-francis-makes-surprise-stop-to-bless-sculpture-symbolizing-catholic- an/ http://www.huffingtonpost.com/entry/pope-francis-jewish-community- statue_us_56081281e4b0af3706dca278
28 https://www.youtube.com/watch?v=57qlSC83vRI - Ver 14:20 a 15:20

29 https://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione- ap_20131124_evangelii-gaudium.html 


Anathema sit Bergoglio
Miles Christi