Uno de los aspectos más importantes de la Devoción a la Divina Misericordia es comprender que estamos llamados a ayudar a Jesús a convertir a los pecadores y salvar almas.
Jesús le explicó a Santa Faustina: "La pérdida de cada alma me sumerge en la tristeza mortal.
Siempre me consuelas cuando rezas por los pecadores.
La oración que más me agrada es la oración por la conversión de los pecadores. Sabe, hija Mía, que esta oración siempre es escuchada y respondida ".
(Diario 1397)
La conversión de la oración de los pecadores
Podemos rezar la Oración de conversión de los pecadores a lo largo de nuestro día porque es una oración corta.
Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que conozcas más profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas, y comprenderás esto cuando medites en Mi Pasión. Invoca a Mi misericordia en nombre de los pecadores; Yo deseo su salvación
Cuando digas esta oración, con un corazón contrito y con fe en nombre de algún pecador, te daré la gracia de la conversión.
Esta es la oración:
"Oh, sangre y agua, que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confío".
(Diario 186-187)