Macron y sus supuestos amantes homosexuales


La homosexualidad y la pederastia están muy ligadas a la élite ocultista. No sólo en el mundo de la política, las grandes empresas, el espectáculo, el deporte... sino dentro de la misma Iglesia, con una verdadera intrusión de estos sujetos que la invaden sin pedir permiso, se nombran, protegen y promocionan entre ellos hasta corromper los cimientos de la Esposa de Cristo.
La revista gay Garçon Magazine dedicó en su día una portada a Emmanuel Macron. Aunque más inverosímil fue que Bergoglio también lo fuera de The Advocate, una publicación para público homosexual, nombrándolo `persona del año´.






El presidente francés, ha negado que su guardaespaldas privado Alexandre Benalla sea su amante homosexual, o que haya tenido acceso a los códigos nucleares del país.


El líder francés sin hijos, ex banquero de Rothschild & Co. y ministro de Economía en el gobierno del Partido Socialista de François Hollande, ya se vio obligado a negar haber tenido una relación amorosa anterior con Mathieu Gallet, jefe de la emisora estatal Radio France (imagen).






El contrato de Gallet fue cancelado posteriormente, el ex ministro de Cultura Frédéric Mitterrand sugirió que Macron había promovido la expulsión de Gallet para aplacar los rumores persistentes sobre ellos.




fuente II:

Macron desmintió cualquier romance con Gallet en un mitin (...) Pese a su rotunda negación, una famosa revista francesa aseguró que poseía fotos íntimas y comprometidas, imágenes que jamás se han publicado

Y ahora, Macron se ha visto sumido en otro escándalo por el asistente de origen marroquí (imagen), que no es un oficial de policía, pero se le grabó golpeando a un manifestante y arrastrándolo al suelo mientras llevaba un casco de policía el 1 de mayo.


Desde entonces, ha aparecido un segundo video que pretende mostrar a Benalla maltratando a una mujer protestante.



El asunto ha llevado a que la policía asalte la residencia oficial del presidente francés en el Palacio del Elíseo, con Benalla enfrentando cargos de asalto y por hacerse pasar por un oficial de policía.



La relación de Macron con el marroquí ha sido sometida a un intenso escrutinio, y aunque guardó silencio sobre el escándalo durante un largo período después de que estallara, sus índices de impopularidad que llegan al 60% parecen haberlo obligado a hablar.


(...)

"No, Alexandre Benalla no tenía los códigos nucleares ... no, Benalla no era mi amante", le dijo el presidente francés a Le Parisien, en un intento de anular algunas de las acusaciones más extravagantes.

Si bien esto puede haber sido un intento de sofocar los rumores sobre sus relaciones personales de una manera humorística, es probable que su afirmación simplemente le agregue más leña al fuego.