¿Son pecado los pensamientos impuros?




La forma en que pensamos, desempeña un papel importante en cómo vemos el mundo y nos configuramos como personas. Nuestros pensamientos pueden ser una fuerza poderosa para el bien, pero también pueden llevar a hábitos pecaminosos y comportamientos destructivos.

Aunque no siempre podemos controlar qué pensamientos aparecen en nuestra cabeza, sí tenemos el poder de elegir en qué pensamientos nos entretenemos. Jesús deja en claro que seremos responsables incluso de lo que pensamos/deseamos cuando dijo: "Pero te digo que cualquiera que mire a una mujer deseándola ya cometió adulterio con ella en su corazón". 

(NT: Estos pensamientos y deseos tan frecuentes, favorecidos por la excitación de la imaginación que proviene de las canciones sensuales, las películas o las telenovelas románticas, la inmodestia en el vestir de las mujeres..., no proceden sólo de imágenes pornográficas, y cuando son consentidos plenamente son pecado grave contra el 9º Mandamiento y hay que confesarlos en su número exacto o aproximado si no se recuerda)

Y no sólo son los pensamientos lujuriosos los que pueden llevarnos a pecar, aunque seguramente no será mortalmente. Ceder a la tentación de pensamientos orgullosos, vanos o enjuiciadores también puede ser dañino para nuestras almas.

Entonces, si no podemos controlar qué pensamientos entran en nuestras cabezas, ¿cómo podemos evitar que nuestros pensamientos se vuelvan pecaminosos? . El padre Richard Simon dice:

"Lo que recomiendo a las personas es que, en el momento en que su mente va a un lugar al que no debería ir, digan un Avemaría rápida, (u otra oración breve o pongan en su mente una idea o imagen fuerte no sexual que los distraiga y los lleve `mentalmente´a otro lado). 

Siempre digo que un hábito de vicio es superado sólo por un hábito de virtud. Y entonces, el diablo odia el Ave María. Nos recuerda que el cuerpo humano, especialmente el cuerpo de una mujer, es sagrado.

No creo que sea necesario que sea un avemaría devotamente dicha, aunque es mejor porque se desarrolla más ese hábito con la ayuda de la Virgen.

Cuando te dices a ti mismo: 'No voy a pensar en esto, es todo lo que puedes pensar. Dicen que si tienes un elefante en la sala de estar, te vayas a la cocina. Salir mentalmente de la situación. Y si desarrollas el hábito de que, en el momento en que te das cuenta de que estás pensando en algo que no deberías,  dices un Ave María, entonces ciertamente no estás cometiendo ningún pecado.

Ahora, si consientes, entonces estás en problemas y deberías acusarte de ello en la confesión ".

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