Ivereigh minimiza el pecado de Bergoglio

El biógrafo de Francis minimiza el escándalo de McCarrick

Austen Ivereigh, el biógrafo oficial del Papa Francisco y uno de sus defensores más acérrimos, restó importancia (Twitter, 29 de agosto) a la explosiva declaración de Viganò con estas palabras: 

"Por lo que puedo decir en este momento, el cargo más grave contra Francisco es que en 2013 conoció pero no implementó una sanción (NT: debe referirse a la que BXVl le impuso a McCarrick) que nunca se hizo pública y nunca se hizo cumplir (NT: por lo visto el card Wuerl desobedeció las disposiciones de BXI) contra un cardenal retirado que tuvo relaciones sexuales con adultos décadas antes "

Entonces Ivereigh preguntó, como si un obispo que obligara a los seminaristas a dormir en su cama no fuera gran cosa: "¿Qué me estoy perdiendo?" como queriendo decir, ¿sólo es eso?

El Papa Francisco ha forzado a los obispos a retirarse por errores mucho menores que los que él mismo hizo para tapar los abusos de McCarrick. 

en.news


María F:

Pero no perdamos la perspectiva, Bergoglio ha hecho posible la generalización del pecado más grave que puede perpetrarse en las casas de Dios, que la profanación del Santísimo Sacramento hoy sea una realidad aceptada en tantas diócesis, actuando intencionadamente aunque nunca con declaraciones verbales directas sino con medidas rotundas, por ej: 

1) cuando firmó la apertura a la comunión sacrílega para los divorciados recasados felicitando a los obispos de Buenos Aires por su carta y después estampando dicha carta con su respuesta de aprobación en las Actas de la Sede Apostólica, elevando dicha profanación a la categoría de Magisterio

2) incluyendo su firma en el documento del card Marx que aprobaba la comunión sacrílega para los cónyuges protestantes de católicos.

El tema del abuso homosexual a menores post púberes y jóvenes, es ciertamente un pecado gravísimo que necesita castigar con contundencia a los sodomitas involucrados revestidos siniestramente de "otros Cristos", pero no llega a la perversión del sacrilegio que atenta directamente contra Dios.