El card Bernardin realizó un ritual satánico

María Ferraz

Seres monstruosos se han introducido y han tomado el mando en la Iglesia de Jesucristo. Pero Dios ha dicho basta. McCarrick, Bergoglio y sus compinches no son más que la herencia y la sucesión de los infiltrados hace décadas y caerán como frutos podridos, por su propio peso antes de entrar en el tremendo Juicio de Dios. Bernardin es uno de los máximos exponentes del fariseísmo, peor que el que denunció Jesús, pues los hipócritas de ahora, ni siquiera enseñan la doctrina sino que la tergiversan y no se les puede aplicar las palabras divinas: "Haced lo que dicen pero no hagáis lo que hacen", y son materialmente aliados del demonio.


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Cardenal Bernardin: se reabre la caja de Pandora


Matt Abbott reeditó en RenewAmerica.com (11 de agosto) un artículo de hace veinte años, publicado originalmente en el boletín del ex grupo Roman Catholic Faithful. Cuenta la historia de una mujer ahora casada llamada "Agnes" que en 1957 supuestamente fue violada por el padre Joseph Bernardin (+1996) cuando tenía 11 años.

Agnes testificó su historia en una declaración jurada, en reportes ante los investigadores, en declaraciones juradas presentadas en apoyo de los casos de otros, en declaraciones directas a Bernardin, en llamadas telefónicas y cartas a funcionarios de la Iglesia, y en correspondencia con el Vaticano.

La presunta violación fue parte de un ritual satánico en el que participaron, entre otros, el entonces obispo de Charleston, John Russell (+1993). Agnes fue llevada al ritual por su abusivo padre. Primero ella se resistió al obispo Russell. Bernardin luego se mostró bondadoso para ganar su confianza y luego la violó. Luego le dio de comer una hostia consagrada en un intento de hacerle tragar la "culpa del acto".

En 1990, Agnes le contó su historia a Malachi Martin, quien la incorporó a su novela Windswept House.

En 1992, Agnes pasó un examen de polígrafo con respecto al crimen.

El artículo también menciona a un ex seminarista que declaró que había tenido un forzado contacto sexual con Bernardin y luego recibió un pago en efectivo.

Bajo Juan Pablo II, el ultra liberal Bernardin fue el principal prelado de Estados Unidos que controlaba la conferencia episcopal y el nombramiento de nuevos obispos.

El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, lo llamó en julio "el gran Joseph Bernardin", que era un "gran pastor pero luego, sobre todo, sufrió tanto".