María: lo peor aún está por venir




Queridos hijos, vosotros sois Pertenencia del Señor. Dad a Él vuestra propia existencia. No permitáis que vuestra libertad os impida sentir la Presencia del Señor y Sus inspiraciones para vuestras vidas. Sed dociles. El Señor necesita hombres y mujeres de valor. Testimoniad en todas partes el Evangelio de Mi Jesús. Mostrad a todos, con vuestros ejemplos y palabras, que vosotros estáis en el mundo, pero no sois del mundo. 

Vivís en el tiempo de la Gran Tribulación, pero lo peor aún vendrá. Estad atentos. Amad y defended la verdad. No os crucéis de brazos. Yo soy vuestra Madre Dolorosa y sufro a causa de vuestros sufrimientos. 

La Gran Embarcación perderá el rumbo que conduce al Puerto Seguro y muchos se extraviarán. Será un tiempo de gran dolor para los que aman la verdad. 

Doblad vuestras rodillas en oración. Sólo por la fuerza de la oración podéis vencer al demonio. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. 

Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.