Fco: un monarca absoluto y quizá "el diablo"



María Ferraz

Parece que, ante los problemáticos sínodos de los jóvenes (octubre) y del Amazonas (2019), que quieren malversar la doctrina católica con materiales de derribo no autorizados, el Vaticano ha redactado a propósito este documento: `Episcopalis communio´, para poder maniobrar sin lastres hacia el puerto de la herejía, todavía más descaradamente que lo hiciera Amoris L respecto a la moral sexual, la Eucaristía y el Matrimonio, introduciendo la afirmación de que Dios aprueba situaciones de pecado porque los ideales cristianos no están al alcance de todos.


Amoris L ya propició una brecha irreconciliable, entre los que siguen la Tradición y los innovadores malintencionados, una de cuyas señales fue la publicación de las Dubia y un sinnúmero de correcciones y peticiones de aclaración de laicos y clérigos a Bergolio, durante estos cinco años, las cuales invariablemente no obtuvieron respuesta. 


Mientras hace unos días, Francisco dedicó media hora a reunirse y a hacerse fotos con el cantante Bono, el cual apoyó la campaña abortista en Irlanda, o tiene tiempo para elaborar, con Episcoplais communio, un modo de ejercer su poder absolutista sobre las opiniones contrarias, sobre todo si provienen de sus cardenales y obispos ortodoxos, no puede contestar a cartas de fieles preocupados, ni a las acusaciones de Viganò, pero sí prohibir, como ya se informó aquí, a los obispos de EEUU que fueron a visitarle a Roma, una investigación para arrojar luz sobre el escándalo McCarrick y demás pseudo curas homosexuales y violadores.


En estos dos próximos sínodos puede abrirse la puerta hacia la tolerancia del pecado sodomítico (para lo cual hay impostores que trabajan incansablemente, capitaneados por el jesuita J. Martin y otros de su calaña, cuyo objetivo a corto plazo es cambiar el Catecismo) y el concubinato, y trastocar el sacramento del orden sacerdotal.


Añadimos esta anécdota narrada por en.news

Antes del comienzo de su viaje apostólico a Lituania el 22 de septiembre,  Francisco saludó a los periodistas y se le presentó un libro sobre Juan Pablo II (+2005).


Francisco admitió que su reputación palidece comparada con la de Juan Pablo II diciendo: "Juan Pablo II era un santo, yo soy el diablo".