La neo iglesia ansía aprobar la sodomía




María Ferraz

Hay muchos hechos que denotan la intención de Bergoglio y su camarilla de impulsar la sodomía en la Iglesia y combatir solapadamente a los que se oponen a ello. Ya hemos visto como hacen luz de gas a los católicos conservadores que descubren sus artimañas, haciéndolos pasar por el mismo demonio, y a las víctimas de abuso sexual clerical, por calumniadores.


  

Uno de estos hechos es la detención de las investigaciones de abuso sexual del jerarca Murphy O´Connor perteneciente a la mafia de san Gallen, a cargo de Müller por orden directa y brusca de Fco. Otro es la rehabilitación o reubicación de clérigos conocidos por este mismo delito, por Bergoglio, ya en Buenos Aires y ahora también como `Papa´, por ej. defendiendo a Wuerl y dándole las gracias, después de que pagó a un cura pederasta para que no divulgara un anillo de pornografía con menores..

Pero quizá el más repugnante, es organizar un Sínodo con todos los gastos y tiempo que eso supone, para ocultar sus verdaderas intenciones: su obsesión por lograr que las acciones homosexuales sean parte de la doctrina católica. 


El documento final, que parece que se redactó hace tiempo, quiere hacer pasar la aceptación de este pecado como un `sí ´ inclusivo al deseo `lícito´ de los jóvenes. Es decir, utilizan a unos pobres memos, algunos de ellos ni creyentes ni practicantes anclados en la oscuridad espiritual más completa, para que se atrevan a desafiar pública y descaradamente, en un acto eclesial vaticano, las enseñanzas del Hombre-Dios. 


Y ¿para qué? Las metas, todas ellas del Maligno, incluyen también la apertura de la comunión eucarística a toda clase de pecadores no arrepentidos, como los cerdos hacen con las perlas, sacrílegamente, abusando del Cuerpo y la Sangre de Dios.


Y quizá lo más sorprendente es que todos los asistentes al Sínodo están callados como muertos, con la excepción de las tímidas intervenciones de Chaput y Sarah.


¿Quién defiende a Cristo en esta Iglesia de zombies clericales?