El asesor de seguridad internacional Olle Fjordgren ve a Suecia como un tren fuera de control que va a chocar contra un muro.
"Básicamente nos hemos rendido y los criminales han tomado el poder. En este momento no tenemos nada a lo que oponernos y no veo que podamos revertir el desarrollo ", le dice al blog de noticias Ingrid & Maria.
Ya en 2013, Suecia estaba en una guerra civil de baja intensidad que los delincuentes estaban ganando, según Fjordgren. Ahora, cinco años después, han ganado en muchas áreas que él cree que con razón se denominan zonas prohibidas.
La falta de voluntad política para admitir lo mal que están las cosas, en combinación con la incapacidad y la ignorancia, ha llevado a Suecia a estar muy cerca de convertirse en un estado fallido.
La sociedad juega con reglas viejas y anticuadas. La policía está patrullando de manera tradicional, mientras que el lado opuesto, los criminales, juegan con reglas completamente diferentes. Según él, la receta contra esto es tolerancia cero según el modelo de Nueva York. El poder judicial debe incapacitar a estas personas peligrosas y sacarlas de las calles, esa es la única manera de resolver los problemas.
Depende de los propios residentes en las áreas de exclusión intensificar, dejar de consumir drogas y dejar el crimen. Todos son responsables de sí mismos.
Si esto continúa, Olle Fjordgren ve solo un posible desarrollo: la guerra civil. Puede comenzar en las áreas de exclusión, o cuando los suecos finalmente se harten y decidan que no hay otra salida que tomar las armas. Él enfatiza que no es demasiado tarde, incluso si el reloj ha llegado a cinco minutos para la medianoche. Pero entonces los políticos deben tener coraje y dejar de poner primero sus propios intereses.
Se ha llegado a esto al favorecer a los migrantes y esgrimir acusaciones de `racistas´ tan pronto como alguien desafía los problemas.
Los políticos deben estar preparados para actuar con decisión si queremos tener la menor posibilidad de evitar las consecuencias, concluye.
Voice of Europe