Que ahora nombre al Cardenal Cupich como líder del Comité Organizador de la reunión mundial que en febrero tratará los abusos en la Iglesia, es como nombrar a un pedófilo como director de un colegio.
El drama es que Francisco sabe muy bien que Cupich es protector del Cardenal McCarrick -ese degenerado homosexual que arruinó seminarios- y que por sus escándalos ahora se ve obligado a convocar esta reunión mundial sobre los abusos.
A pesar de eso, como buen discípulo de Maquiavelo nombró a Cupich porque quiere maniobrar el evento con habilidad para que no se le escape de las manos.
Lo cierto es que Bergoglio está cada vez más comprometido, este nombramiento es la mejor prueba
También está el caso del `cura´ Maccarrone, a quien Bergoglio le agradeció su servicio por los más necesitados después de que le enviaron la filmación de una relación homosexual con su chofer
(comentaristas de la web The Wanderer al vídeo)