Mi presencia está en el Sagrario


Jesús dice:


Hijos míos, soy el Emmanuel que ha venido hacia vosotros para dejaros sentir mi presencia. Mi presencia os debe dar paz, mi presencia os debe dar sosiego, reposo y descanso a vuestro corazón. 


Soy el Emmanuel, Dios con nosotros, que desea nacer en vuestro corazón, preparadle para que me permitáis hacer de vuestro corazón esa humilde cuna de paja y me deis el calor, el abrigo que no recibo allí afuera porque muchas almas, aún, no me han dejado entrar en sus corazones; abridme vuestras puertas que os deseo cohabitar, abridme vuestras puertas que deseo dibujar y esculpir mi Sagrado Rostro. Rostro herido, Rostro ensangrentado. Rostro desfigurado porque, aún, mi Cuerpo Santísimo es flagelado, es azotado, es maltratado. 

Os llamo a vosotros adoradores del silencio a que reparéis por todos los pecados de la humanidad. Os llamo a vosotros adoradores del silencio a que disminuyáis el dolor que me producen los azotes, que me prodigan tantas almas; almas que caminan nauseabundas por el mundo; almas que, aún, no me han descubierto; almas que, aún, no han percibido que estoy en medio de ellas. 

Mi presencia está en el Sagrario, allí las espero a todas, pero muy pocas vienen a visitarme. A vosotros adoradores del silencio os llamo, os llamo a que mengüéis mi dolor, os llamo a que os unáis en la Pasión de mi Sagrario. Os digo Pasión porque, aún, recibo desprecios, irreverencias de los hombres.

Hoy os bendigo, hoy derramo unción sobre vosotros. No estáis acá por casualidad, la casualidad no existe. Os he traído a mi refugio de amor para daros amor. Os he traído a mi refugio de paz para daros paz. Os he traído a mi refugio de luz para daros luz. 

Embelesaos conmigo que Yo me embeleso con vosotros. Anonadaos ante mi presencia, que Yo me anonado ante vuestra presencia. Tomo vuestras flaquezas y os fortalezco. Tomo vuestros miedos y os doy la certeza de que no estáis solos. Tomo vuestras enfermedades y os devuelvo la salud. Tomo vuestras tristezas y os regalo alegría.

Estad atentos a cada una de mis enseñanzas. Estad atentos a todo lo que os regalaré, a todo lo que os daré. Seréis robustecidos en el amor. Seréis robustecidos en la esperanza. Seréis robustecidos en la fe. No camináis a tientas, camináis en pos de Mí, soy Vuestro Absoluto y vosotros sois mis peregrinos.


Os amo y os bendigo:Ö Ö Ö. Amén.


Agosto 15/08 a Agustín del Divino Corazón