15 de enero de 2019 (LifeSiteNews) - El predicador de la casa papal enviado por el Papa Francisco para dirigir el retiro espiritual ordenado por el Papa para los obispos de EE. UU. del 2 al 8 de enero en Mundelein, Chicago, apenas tocó el abuso sexual o la homosexualidad, pero pasó mucho tiempo hablando de los males de las riquezas.
El padre capuchino Raniero Cantalamessa afirmó en sus charlas que no era "competente" para abordar el problema de la homosexualidad en el sacerdocio, ni para hablar mucho sobre el problema del abuso sexual clerical en general. Entonces, ¿por qué dirigió este retiro ? El análisis de sus conversaciones también podría proporcionar algunas pistas sobre la próxima Cumbre sobre el Abuso de febrero en Roma.
El 11 de enero, el National Catholic Reporter publicó la colección completa de 84 páginas de las 11 charlas ofrecidas por el Padre Cantalamessa durante el retiro. Algunas de las declaraciones clave hechas en este conjunto de conversaciones dejan claro que la próxima cumbre de presidentes de conferencias episcopales convocada por el Papa Francisco en Roma del 21 al 24 de febrero de 2019 probablemente no abordará los temas en cuestión: el abuso homosexual de adolescentes varones, la laxitud moral, y la falta de castigo de los sacerdotes abusadores (o, más bien, el encubrimiento de sus crímenes por parte de sus superiores).
No abordar la crisis de abuso sexual clerical.
El padre Cantalamessa deja claro desde el comienzo de sus charlas que el retiro espiritual para los obispos de EE. UU. es, según el Papa Francisco, un "encuentro con el Señor" para recibir la guía del "Espíritu Santo" sobre cómo abordar la actual crisis de abuso sexual. Por lo tanto, el sacerdote explica: "No voy a hablar sobre pedofilia ni a dar consejos sobre posibles soluciones".Por supuesto, tal retiro no debería estar destinado a trabajar en medidas de prevención concretas, lo que habría sido el deber previo de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) durante su reunión de Baltimore en noviembre.
El Papa Francisco le dijo a la USCCB que retrasara la votación de un plan para abordar la crisis de abuso sexual durante esa reunión.
Sin embargo, dado que muchos obispos obviamente han sido negligentes en castigar estrictamente a sus sacerdotes que acosaron y abusaron de los niños y jóvenes que se les encomendaron por sus deseos desordenados, ciertamente habría sido el lugar y el momento de abordar y discutir en profundidad el problema de la "pedofilia".
El uso del término "pedofilia" insinúa que la crisis de abuso de la Iglesia se debe principalmente al abuso de niños más pequeños, mientras que, en realidad, se trata principalmente del abuso de adolescentes, en el 80 por ciento de los casos, como el Cardenal Gerhard Müller y el cardenal Walter Brandmüller ha señalado recientemente.
Entonces el padre Cantalamessa un sacerdote enviado por el Papa Francisco a los obispos de EE. UU. declaraa desde el principio que no abordará el problema del abuso sexual en sí (ni el asunto del vínculo con la homosexualidad), sino que realizará un retiro espiritual general. . Mientras que las secciones de sus charlas fueron espiritualmente fructíferas y profundas, sus omisiones fueron preocupantes.