Francisco, cuando se dirigía a los obispos centroamericanos reunidos en la iglesia de San Francisco de Asís en Ciudad de Panamá, dijo:
“Me preocupa cómo la compasión ha perdido centralidad en la Iglesia, incluso en grupos católicos, o está perdiendo, para no ser tan pesimistas.
Incluso en medios de comunicación católicos la compasión no está, (sino) el cisma, la condena, el ensañamiento, la valoración de sí mismo, la denuncia de la herejía… No se pierda en nuestra Iglesia la compasión y que no se pierda en el obispo la centralidad de la compasión”.
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María Ferraz
Así es, señor Bergoglio, alguno medios católicos seguiremos denunciando sus absurdidades, disparates, errores teológicos, herejías, desprecios por los Mandamientos de la Ley de Dios, por la persona de la Virgen Stma o de Jesús, y sobre todo, su odio por la castidad y la virginidad, desde que irrumpió con su monstruoso Amoris L, o como acaba de anunciar en el avión de vuelta de Panamá, abriendo el acceso a la ordenación de varones casados.
¿Piensa que, así, algún joven se entregará al sacerdocio en perfecta castidad pudiendo optar además por la alegría humana de una familia? Su burdo golpe es una traición para todos aquellos que han optado por este modo de vida de entrega total. Pero eso usted no lo entiende.
Denunciaremos su obsesión por la ecología que le ha llevado a inventarse un pecado mortal contra la misma o a sacarse de la manga una nueva obra de misericordia.
Y le reprocharemos que se rodee, proteja y promueva a comunistas y a mariquitas escondidos bajo un traje clerical, hasta el punto de que nos deja en la duda de si no será usted también un homosexual agazapado.
También denunciaremos sus amistades peligrosas con los que odian la Iglesia, desde los abortistas y antinatalistas, hasta las cantantes que vendieron su alma al diablo, a los que no pretende convertir, porque el proselitismo es un pecado grave contra el ecumenismo; y sus guiños con todo lo anticatólico, preferentemente su aplauso al hereje Lutero, su aliento a la invasión musulmana y su amor incestuoso por los judíos, que abjuraron del Mesías y lo entregaron a la muerte., y al que hasta hoy siguen negando.
Porque, no sé si se acuerda de lo que dijo el primer Papa y parece que usted ha olvidado completamente: se debe obedecer a Dios antes que a los hombres.
Y es en un ataque de frenesí que usted ha proclamado que en los medios de comunicación católicos no existe la compasión.
¿Y qué me diría usted de alguien, en la posición de máxima autoridad moral mundial, destinada a guardar y extender la doctrina del Dios hecho Carne, hasta el punto de llamarse vicecristo, que ha abusado de su cargo dedicándose a cambiar con sutileza el legado de Cristo, dando lugar a que las almas se confundan y acepten el mal por el bien y el bien por el mal, causando estragos en su vida espiritual que puede, y en muchos casos así sucederá, condenarlas al Infierno por seguirle a usted?
Y en parte se comprende, porque hoy tenemos un `Papa´que no cree en el Dogma del Infierno, sino en la aniquilación de los que fueron `malos´. Además: "todos nos encontraremos allá arriba"
Yo diría que es la ausencia total de compasión por esas almas lo que le mueve, es más, su misión dirigida por otros peores que usted, está revestida de una profunda crueldad, la misma pero multiplicada hasta la infinitud que usted recibirá en pago cuando llegue la hora de presentarse ante el Supremo Juez.
Y ya no queda tanto.