Los laicos católicos siguen planteando la inquietud de que la Cumbre del Vaticano sobre la crisis de abuso sexual que tendrá lugar el mes próximo no resolverá el problema.Los católicos fieles, muchos de los cuales se han visto personalmente afectados por la actual crisis de abuso sexual en la Iglesia, acudieron a los medios sociales la semana pasada para expresar preocupaciones renovadas sobre cómo la Iglesia lo está abordando.
Los informes de “consternación, angustia y decepción” fueron solo algunas de las reacciones publicadas casi inmediatamente después de que la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicara su declaración sobre el enfoque de la reunión del 21 al 24 de febrero, donde los presidentes de las casi 130 conferencias de obispos del mundo se reunirán con el Papa Francisco para discutir el abuso sexual clerical.
Una de esas católicas, Siobhan O'Connor, conocida por su papel de "denunciante" de los casos de encubrimiento del abuso por parte del Obispo Richard Malone, de la diócesis de Buffalo, Nueva York, se reunió con LifeSite para una entrevista exclusiva. (...)
O’Connor dijo que espera que los obispos y cardenales en la reunión propongan acciones concretas, no más "tópicos patéticos o declaraciones inútiles".
"Al cardenal DiNardo y todos los asistentes a la Cumbre: ¡el momento es ahora! No provoquen que Jesús comience a voltear las mesas o preparar las piedras de molino. No más excusas. No más retrasos, desviaciones o distracciones. No necesitamos protocolos legalistas o burdos procedimientos. Dejen de esconderse detrás de cartas inapropiadas y de su desviado respeto mutuo. ¡Sean los hombres de Dios que están llamados a ser! Sean hombres de coraje, compasión y convicción ", dijo."
Al Papa Francisco, le digo que nosotros, el pueblo de Dios, somos conscientes de que estamos comprometidos en una lucha por el alma de nuestra Iglesia. Esta puede ser su última oportunidad para demostrar que usted está equipado y dispuesto a guiarnos en esta batalla.
Sus palabras, acciones y silencio frente a esta crisis han sido angustiantes y perturbadores. Si queremos avanzar verdaderamente hacia un futuro de esperanza y sanación, debemos poder confiar en que sus palabras no están vacías y sus acciones son efectivas ", agregó.
LifeSiteNews