28 de enero de 2019 (LifeSiteNews) - La Diócesis austriaca de Innsbruck, bajo el liderazgo del Obispo Hermann Glettler, anunció el 25 de enero que organizará una serie de seminarios para parejas divorciadas y "vueltas a casar", al final de las cuales se les permitirá a las parejas recibir la Santa Comunión y una “celebración de la reconciliación y la bendición”.
En cada uno de estos seminarios, que se dice que están inspirados en Amoris Laetitia, habrá una pareja divorciada y "casada" como guía. Una de estas parejas ha declarado públicamente que ya recibió una ceremonia de la Iglesia en Baviera en la que se prometieron lealtad y luego recibieron una bendición.
Como el sitio web oficial de noticias de los obispos austriacos, Kathpress.at, informó el 25 de enero, el Obispo Glettler lanzó el mismo día esta nueva iniciativa que pretende enfrentar las realidades de la vida actual a la luz del documento papal Amoris Laetitia.
"To Begin Anew" es el título del conjunto de seminarios ofrecidos a las parejas divorciadas y "vueltas a casar" que son organizadas por un cuidador pastoral (ya sea un sacerdote o un diácono) y por una pareja que se ha "vuelto a casar" después de un divorcio ."Incluso si un segundo matrimonio de la Iglesia no es posible", explica Glettler, "queremos asegurar a todas las parejas que tienen su lugar en el centro de la Iglesia". El obispo austriaco deja claro que se regocija con esas parejas. Como dice la diócesis: "Nos alegramos de que las personas, después de las experiencias de fracaso en la vida, vuelvan a tener valor y se atrevan a entrar en nuevas relaciones".
En ninguna parte de los diferentes textos publicados por la diócesis sobre este tema se habla de la pecaminosidad del adulterio que tiene lugar cuando un hombre o una mujer casados entran en una nueva relación sexual
El obispo Glettler deja en claro que este acompañamiento de las parejas divorciadas y "vueltas a casar" está inspirado en la exhortación post-sinodal del Papa Francisco, Amoris Laetitia, de la cual presenta una serie de citas en su folleto para los seminarios planificados.
Para el prelado austriaco, esta nueva iniciativa es también un "nuevo comienzo" para la Iglesia, y se disculpa por las heridas pasadas que la Iglesia ha infligido a las parejas divorciadas y "vueltas a casar" en el pasado. Se trata, dice, de "aprender de aquellos que experimentaron el fracaso y un nuevo comienzo". (...)