Consecuencias crueles de la locura de género



Walt Heyer (imagen) es un ex travesti. Él atribuye su temprana confusión de género a su abuela, quien durante varios años lo vistió cuando era un niño y le contó lo bonito que era ser niña (y lo vestía con vestidos femeninos). Cuando tenía 10 años fue abusado por su tío adolescente. Ambas experiencias hicieron que ya no quisiera ser hombre. Pero Heyer nunca sufrió de tendencias homosexuales.

Heyer se casó y tuvo dos hijos. A los 42 años comenzó una transición de género impulsada por hormonas. Su familia quedó devastada. Se le realizó una cirugía de implante mamario Pero sus viejos problemas no se resolvieron. Cita: "Oculto debajo del maquillaje y la ropa femenina estaba el niño pequeño herido por el trauma de la infancia". Heyer tenía tendencias suicidas profundas. Después de ocho años volvió a la normalidad. Se retiró los implantes mamarios. Ahora está en un régimen hormonal para regular su sistema que fue dañado permanentemente. 

Ahora brinda apoyo a los travestis arrepentidos, en SexChangeRegret.com.El libro más reciente de Heyer "Trans Life Survivors" es una lectura obligatoria. Cuenta las historias de alrededor de 30 personas que lamentan su travestismo dirigido por hormonas. 

Heyer explica que el travestismo es causado por problemas mentales, psicológicos y emocionales como la depresión, el abuso infantil, las fobias y los trastornos de adaptación. Estos problemas no se puede superar con los bloqueadores de la pubertad, la inyección de hormonas sexuales o la cirugía de reasignación de género. Más del 40 por ciento de los travestis que se inyectan hormonas intentarán suicidarse en algún momento. También hay complicaciones físicas graves, como la formación de una fístula entre la vagina y el recto por las operaciones quirúrgicas, daños en la vejiga y parálisis parcial de las piernas.

"Trans Life Survivors" cuenta la historia de Blair que cayó en las garras de la industria del cambio de sexo. Tuvo 167 cirugías en 18 años hasta 2005. Esto le valió el Récord Mundial Guinness por la mayoría de las cirugías de reasignación por confusión de género. Hoy Blair se lamenta por cada una de ellas. Volvió a la normalidad cuando descubrió a Jesucristo. 


Heyer se da cuenta de que muchos candidatos para las operaciones de cambio de sexo están mal informados para comprender las consecuencias de las cirugías en sus cuerpos y los efectos en el futuro. 

Los médicos no son considerados responsables de su grave negligencia médica contra Blair.