¿Están jugando con nosotros?


Müller ha sacado recientemente su Manifiesto para corregir muchos de los disparates doctrinales de Bergoglio, sin atreverse, eso sí, a nombrar a Francisco por su nombre. Y ahora vemos que no quiere implicarlo en el escándalo, sino darle la culpa a sus colaboradores. 

Incluso parece que Müller entra en contradicción y se desdice de su documento al afirmar que Francisco es ortodoxo*, y echa las responsabilidades sobre la gente que lo rodea.

Nos quieren volver locos dándonos una de cal y otra de arena. ¿No fue Bergoglio quien afirmo que:

-se podían aceptar los anticonceptivos en el caso del virus Zica (corroborado por Lombardi)
-las parejas que cohabitan y son fieles, tienen la gracia del sacramento matrimonial
-en algunos casos los recasados en adulterio pueden confesarse y comulgar (sin dejar de pecar) (Amoris L)
-Dios nos puede pedir que sigamos en una situación de pecado porque no alcanzamos el ideal (Amoris L)
-la Virgen María no nació santa sino que se hizo santa
-Dios quiere todas las religiones

y una lista interminable de cosas parecidas que son heréticas

-¿No ha metido Bergoglio en el Vaticano a Ricca y Zanchetta, ambos homosexuales activos? ¿no ha promocionado a jerarcas homosexualistas y/o comunistas a las principales sedes episcopales del mundo, a curas pederastas desde la época de Argentina?


Entonces, ¿cómo dice Müller que Fco es ortodoxo?

Este papado es esquizofrénico incluso en sus elementos menos malos.

Los que parecían defender la doctrina al final acaban apoyando al gran hereje. Ninguno puede fiarse ya de lo que sale de Roma, ni de los mejores. Están todos bajo el hechizo del maligno que les hace perder de vista quiénes son ,-llamados a defender la fe a capa y espada-, y se han convertido en meros burócratas que traicionan a Cristo por un plato de lentejas o callan miserablemente.
Esto es hoy la cúpula de la Iglesia, un conjunto de hombres que no sirven a la causa de Jesucristo, el fundador de la misma, sino a sus propios intereses o pero aún, los del demonio

Que Dios nos dé fortaleza para soportar todo lo que queda hasta que este pontificado sea destruido por la mano de Dios. Un buen consejo sería desconectar totalmente de la barbarie trepidante que llena a diario de malas noticias las portadas de los medios católicos veraces, y de falsificaciones de la verdad, los medios que se dicen católicos pero que ocultan la información real a los fieles, el pensamiento torticero de Francisco y sus secuaces, y nos pusiéramos a rezar. 
Yo voy a seguir exponiendo la falsa iglesia bergogliana, porque alguien tiene que contar la dura verdad, y sólo los laicos que gozan de independencia pueden dedicarse a ello sin temor a represalias.

Y una última pregunta, ¿forma parte Müller del conglomerado hipócrita que es hoy el Vaticano? ¿es su Manifiesto una maniobra para calmar -durante un tiempo- a los que se levantan incansablemente y en nº creciente, contra este pontificado?

Informa es.news:

*Cardenal Gerhard Müller: Francisco “no es hereje”, es “ortodoxo”

El cardenal Gerhard Müller repitió su increíble teoría, según la cual el papa Francisco es una víctima de los que él mantiene a su alrededor.

Müller dijo el 15 de febrero a la revista anticatólica de falsas noticias Spiegel que el papa Francisco se permite ser “dependiente” de sus consejeros que tienen “motivos básicos”. Müller no dijo a qué consejeros se refiere.

Según Müller, Francisco “está rodeado” por personas que “tienen poca comprensión de la teología”. El cardenal los llama “aduladores”. El colaborador más íntimo de Francisco es el cardenal Pietro Parolin.

Preguntado si Francisco es un hereje, Müller contestó: “No. Este Papa es ortodoxo”.