Se manifiestan en protesta del silencio de los obispos




Ver vídeo de la manifestación silenciosa:   https://t.co/0zVULnIced

Hoy en Roma, una de las plazas más centrales, la de San Silvestro, estará ocupada durante una hora, de 14 a 15h, por docenas de fieles católicos de todo el mundo. Un evento extraordinario, para pedir a los obispos, que se reúnen desde el 21 en el Vaticano para hablar sobre el abuso infantil, pero no solo a ellos sino a todos los obispos del mundo, para que rompan su silencio sobre la crisis moral y doctrinal que está devastando a la Iglesia. 

A continuación publicamos el manifiesto de presentación del evento, que nos fue enviado: no es casualidad que este evento tan extraordinario y particular tenga lugar en la Piazza San Silvestro, donde desde el siglo XII se guarda una reliquia atribuida a San Juan el Bautista: un hombre que no temía hablar con claridad (sobre un adulterio), y que por su coraje y sinceridad perdió la vida. 

Inmediatamente después, en la oficina de prensa extranjera, se llevará a cabo una reunión con algunos de los participantes y organizadores del evento, bajo el título "Preguntas sobre la crisis moral de la Iglesia católica". "En la víspera de la cumbre del Vaticano sobre el tema de los abusos sexuales, representantes de varias organizaciones internacionales que luchan por la defensa de la vida y la familia, responderán a las preguntas planteadas por los medios de comunicación en la Prensa Extranjera en Roma, después de una breve introducción.

Ponentes:. John Smeaton (GB), presidente de la Sociedad para la Protección del Niño Nonato. Michael Matt (USA), director de la revista Remnant.. Scott Schittl (Canadá), representante del portal LifeSiteNews. Julio Loredo (Perú), socio fundador de Tradición y Acción por un Perú Mayor.. Jean-Pierre Maugendre (Francia), presidente de la Iglesia Católica del Renacimiento. Arkadiusz Stelmach (Polonia) - Vicepresidente del Instituto Piotr Skarga. Roberto de Mattei (Italia), presidente de la Fundación Lepanto.

Moderador: Giuseppe Rusconi.

En silencio para derribar el muro del silencio!
Somos laicos católicos, procedentes de toda Italia y de todo el mundo. Participamos en este evento a título personal, o en nombre de asociaciones y periódicos, unidos por el amor a la Iglesia, su doctrina y sus instituciones. Estamos reunidos para este evento bajo el nombre de `acies ordinata´, un nombre que la tradición de la Iglesia reserva a María Santísima, que reúne al ejército de sus fieles y derrota a sus enemigos: Terribilis ut castrorum acies ordinata (Cantar de los Cantares, 6 , 3, 6,9). 

Hijos de la Iglesia militante, estamos aquí para profesar públicamente nuestra fe católica, pero también para romper el muro de silencio. El grave silencio de los pastores de la Iglesia ante una crisis moral y doctrinal sin precedentes. La iglesia de San Silvestro en Capite, en esta plaza, contiene la reliquia de la cabeza de San Juan Bautista. El precursor del Mesías fue silenciado por Herodes, pero su lenguaje silencioso continúa hablando a nuestros corazones. 
Estamos de pie, de manera respetuosa y ordenada, para expresar simbólicamente la resistencia de aquellos que no se inclinan ante el silencio. Tenemos el Santo Rosario en nuestras manos y leemos los textos de la Tradición Católica, porque alimentamos nuestra resistencia con la oración y el estudio, convencidos de que la acción se prepara solo en el recogimiento.

La cumbre de los presidentes de las Conferencias Episcopales, que se inaugurará el 21 de febrero en presencia del Santo Padre, es una ocasión histórica para abordar no solo el tema del abuso sexual de menores, sino también el tema de la corrupción moral, que incluye cualquier violación de la ley divina y natural, comenzando por la terrible plaga de la homosexualidad.

El nuestro es un llamado a los obispos silenciosos para que alguno entre ellos tenga el coraje de romper el silencio. ¿Habrá algún pastor que se atreva a decir la verdad al Santo Padre? La Iglesia no teme a la Verdad, porque la Iglesia proclama al mundo la Verdad de su Cabeza y Fundador, Jesucristo. Es especialmente a él a quien recurrimos con este acto simbólico, de modo que en estos tiempos calamitosos, venga al rescate de nuestra debilidad y con una sola Palabra, salve a su Iglesia. 


Domine ne sileas (Sal 34, 22) ¡Señor, no guardes silencio!

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