Las batallas del cura de Ars

Fotografía en la muerte del “Cura de Ars”, en 1859

Sobre el trabajo dominical decía: Conozco dos medios seguros para llegar a ser pobres: trabajar en domingo y robar. Esta lucha contra el trabajo del domingo le costó ocho años, pero venció. En Ars, a diferencia de otros pueblos cercanos, el domingo llegó a ser el día del Señor.

En cuanto a las blasfemias, exclamaba: ¿No es un milagro extraordinario que una casa donde se halla un blasfemo no sea destruida por un rayo o colmada de toda suerte de desgracias? ¡Tened cuidado! Si la blasfemia reina en vuestra casa, todo irá pereciendo.

Sobre las modas indecentes manifestaba: Vean esa madre que no piensa más que en su hija y que se preocupa más de si lleva bien puesto el sombrero que de preguntarle si ha dado su corazón a Dios. Le dice que no ha de parecer huraña, que ha de procurar hacerse grata a todo el mundo para poder relacionarse y colocarse bien. Y la hija procura enseguida atraerse las miradas de todos. Con sus atavíos rebuscados e indecentes pronto dará a entender que es un instrumento del mal para perder las almas. Sólo en el tribunal de Dios conocerá los pecados de que habrá sido causa.

La lucha contra las tabernas, donde muchos padres de familia se gastaban el dinero en borracheras, no fue muy larga. Dicen los testigos del Proceso que les pagaba a los taberneros para cerrar. Un día le dijo al tabernero señor Bachelard:¿Cuánto piensa ganar usted vendiendo licor durante el baile? Tanto señor cura. Pues bien, aquí está ese dinero. El tabernero aceptó. Poco a poco, todos los taberneros tuvieron que cerrar. El santo cura les había profetizado: Ya lo veréis, los que abran aquí tabernas se arruinaran.

La lucha más difícil fue contra los bailes. Necesitó 25 años para erradicarlos. La táctica empleada fue convertir a las jóvenes para que, en vez de ir al baile,fueran a la iglesia a rezar. Para recordar a sus fieles lo malo del baile, colocó un letrero delante de la imagen de san Juan Bautista que decía: Su cabeza fue el precio de un baile.



P. ÁNGEL PEÑA O.A.R.
EL CURA DE ARS SACERDOTE EJEMPLAR