Cracovia
El templo del Santo Profeta Elías en Czerna, Polonia, fue la sede de una ordenación al diaconado de una vocación tardía de los Carmelitas Descalzos. El Hno. Piotr Zerzucha, de 38 años de edad, recibió el Sacramento del Orden en un importante paso de su camino hacia Dios que pasó por la investigación científica. Antes de ser religioso, el ahora Diácono trabajaba como profesor de química cuántica en la Universidad de Silesia.
Sobre su edad, el Hno. Piotr bromeaba que él mismo era "un material tan duro" que Dios se tomó 38 años en poder darle forma. "Dios me ha dado un inmenso amor por las ciencias exactas. Cuando era estudiante de Maestría, pasé 16 años en la universidad", recordó el religioso en diálogo con KAI. "Pero puedo recordar cómo la voz de Dios estaba en mi alma, y me invitaba a algo más".
Su exploración de la teoría cuántica le permitió tener una noción del grado de complejidad con la cual está construido el universo y le llevó a convencerse que éste no puede ser un fruto del azar, sino creación de Dios. "Debido a que la fe se nutre de la cognición, además de conocer a Dios a través de su obra, es decir, el mundo que nos rodea, decidí conocerlo desde el otro lado: el teológico", explicó el Diácono.
Mons. Damian Muskus, Obispo auxiliar de Cracovia, predicó durante la ordenación sobre la importancia del servicio a Dios y al prójimo para los seguidores de Cristo. "El corazón del servicio que Cristo enseña a todos los que quieren seguirlo es la relación de amor. Es una relación con Él como un Maestro, pero también una relación con otro ser humano", expuso el prelado. "Nuestros lazos con los hermanos son una forma de ayuda mutua: presencia, escucha, apoyo y testimonio. Pero nuestra hermandad religiosa es también un servicio al mundo: una señal de que Cristo está entre nosotros".
Con información de KAI/Gaudium press