Bergoglio toma al arcángel por un farsante



María Ferraz


Antes hemos comentado como Bergoglio, este Domingo de Ramos, ha arremetido contra el arcángel Gabriel, que es lo mismo que tomar a Nuestro Señor por farsante, porque Gabriel no hace más que comunicar el mensaje divino. 

Cita de Francisco:  //Nuestra Señora se enfrentó en el Gólgota a la "negación completa" de la promesa del ángel Gabriel de que Su Hijo recibiría el trono de David//. 

No nos extrañaría que Gabriel, quien dejó mudo a Zacarías por no creer que Isabel engendraría un hijo a su edad, la tome también con este personaje incrédulo que tenemos por vicecristo. 

Pero ya en 2013, Bergoglio se explayó con esa misma idea suya que demuestra su total incapacidad para dirigir al Pueblo de Dios pues sus interpretaciones son antiteológicas, con consecuencias alarmantes, ya que excluye la cooperación libre de la Virgen María en la Obra Redentora. 

Y lo hace desde su humanismo chapucero, maltratando la espléndida Obra de la Salvación de la mano del Dios humanado. Precisamente porque se guía por una visión a ras de tierra, privada de todo tono sobrenatural, poniendo en el corazón de la Virgen la desconfianza, la duda de que la Redención debía hacerse por la Pasión Muerte y Resurrección del Verbo Encarnado. 

¿A qué juega Bergoglio? ¿A poner a una disidente entre Dios Padre y su Hijo Jesucristo, a una rebelde como la Esposa del Espíritu Santo? ¿No es un insulto a la Madre de Dios tomarla por una ignorante que no ha comprendido la esencia del plan divino?:

Dijo Bergoglio en 2013:

//"Pienso en cuantas veces [María] ha guardado silencio y cuantas veces no ha dicho aquello que sentía para custodiar el misterio de la relación con su Hijo, hasta el silencio más crudo al pie de la Cruz.
El Evangelio no nos dice nada si ella dijo o no una palabra… Era silenciosa, pero dentro su corazón, ¡cuántas cosas decía al Señor! “Tú, aquel día —esto es lo que hemos leído— me has dicho que será grande; tú me has dicho que le darías el Trono de David, su padre, que habría reinado por siempre ¡y ahora lo veo allí!”

¡La Virgen era humana! Y quizás tenía ganas de decir: “¡Mentira! ¡He sido engañada!” (Homilía en Santa Marta, 20 de diciembre de 2013)//