El catolicismo, incompatible con la espiritualidad ecológica de Bergoglio


Dijo Francisco:

La gran riqueza de la espiritualidad cristiana, generada por veinte siglos de experiencias personales y comunitarias, ofrece un bello aporte al intento de renovar la humanidad. Quiero proponer a los cristianos algunas líneas de espiritualidad ecológica que nacen de las convicciones de nuestra fe, porque lo que el Evangelio nos enseña tiene consecuencias en nuestra forma de pensar, sentir y vivir. No se trata de hablar tanto de ideas, sino sobre todo de las motivaciones que surgen de la espiritualidad para alimentar una pasión por el cuidado del mundo. Porque no será posible comprometerse en cosas grandes sólo con doctrinas sin una mística que nos anime, sin “unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria”. Tenemos que reconocer que no siempre los cristianos hemos recogido y desarrollado las riquezas que Dios ha dado a la Iglesia, donde la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea. (LS 216) (Carta Encíclica Laudato si’ sobre el cuidado de la casa común, 24 de mayo de 2015)


Estudio del Denzinger Bergoglio:


I – Restricciones de la Iglesia a una “ecología integral”, que es una nueva doctrina, pues conlleva una ideología, y en muchos puntos se opone a las enseñanzas de la Iglesia
a) Preocupaciones legítimas de la Iglesia con el medio ambiente
b) Restricciones del Magisterio a una mentalidad ecológica contraria a la enseñanza de la Iglesia
c) El hombre fue puesto en la cumbre de la creación material visible: imagen y semejanza de Dios, en cuerpo y alma inmortal, cuyo fin último no está en este mundo
II – Los problemas ecológicos del planeta se deben al abandono, por parte de gran número de hombres, de la práctica de los Mandamientos, principios morales inmutables. La crisis de nuestro mundo es una crisis moral y, por lo tanto, sólo una conversión moral resolvería los problemas ecológicos
a) El cristiano debe ver el mundo como un escenario donde la vida se desarrolla de acuerdo con los principios morales, con vistas a la eternidad
b) La raíz de la crisis ambiental es moral
c) La solución para la crisis mundial está en la sociedad fundarse en los principios religiosos de la moral cristiana
III – Una ecología de carácter espiritual e irenista abre las puertas para una desfiguración de la Religión Católica, que no puede, bajo el pretexto de salvar la humanidad y dialogar con todos, católicos y no católicos, adaptarse a pensamientos que constituyen verdaderas doctrinas contrarias a sus enseñanzas inmutables
a) Diálogo y aproximación, sin transigir con la verdad y la fe
b) Sólo habrá respeto auténtico por la naturaleza y por los hombres dentro de una sociedad auténticamente católica
c) La visión cristiana del Dios Uno y Trino es irreconciliable con un disfraz espiritualista de una ecología que, aunque parece abrir espacio al diálogo interreligioso, se entrelaza con el sincretismo religioso y panteísta