El discurso `inmigrante´ vacía el Via Crucis de Bergoglio


María Ferraz


Ya va siendo habitual que todas las audiencias de Francisco, paulatina pero inexorablemente pierdan a sus devotos católicos, mostrando que existe un abierto desacuerdo con el presente papado, tan políticamente correcto con el mundo, que sustenta las agendas masónicas globalistas. 

Francisco ha transformado, sin ningún rubor, la religión cristocéntrica por antonomasia en un pseudocredo antropocéntrico, que se pirra por los pobres, los descartados y otras hierbas y deja al mismo Dios en un segundo plano, incluso en plena Semana Santa. Y vuelvo a resaltar la alergia de Francisco por la genuflexión, evitando mostrar adoración y reverencia ante Jesucristo en la Eucaristía, incluso en la misa de Pascua, mientras se tira materialmente de bruces para humillar el papado ante políticos, probablemente musulmanes, del Sudán.

Este año, el Via Crucis ha sufrido una considerable deserción de fieles, tanto en vivo como por televisión (800.000 menos de audiencia). Y ya que estaba dedicado al tráfico de personas y la inmigración, podría haber rellenado las ausencias con ex prostitutas y musulmanes, al menos en un gesto de agradecimiento al pontífice anti trata y pro Mahoma. Pero no, ni las unas ni los otros parece que hayan estado por la labor


Una disminución llamativa que se ha dado en las Fiestas mas trascendentes del Año Litúrgico, lo cual denota cuán bajo a caído entre los católicos la popularidad del papa