A la luz de la laicización de Theodore McCarrick, algunos católicos cuyos hijos o nietos fueron bautizados o confirmados se preguntan si los sacramentos administrados por McCarrick todavía son válidos. "¿Deben estos individuos ser rebautizados o re-confirmados?" Muchas parejas que le pidieron a McCarrick que oficie sus bodas también están desconcertadas por el estado sacramental de sus matrimonios. "¿Necesitan intercambiar votos nuevamente frente a un sacerdote y dos testigos?"
Luego están aquellos, como yo, que fueron ordenados al diaconado de transición y luego al sacerdocio por McCarrick. "¿Sigo siendo un sacerdote?"Para todas las personas que recibieron sacramentos de sacerdotes u obispos que fueron laicizados, apóstatas (pasados a otra fe) o que abrazaron una fe cismática, como la Iglesia Católica Nacional de Polonia, consuélensen y sepan que no es necesario que sean re-bautizados, re-confirmados, re-ordenados ni intercambiar nuevamente sus promesas de matrimonio.
Estas mismas preguntas fueron abordadas por la Iglesia en el siglo III, cuando un grupo herético cuestionó la validez de los sacramentos, administrados por sacerdotes y obispos que habían sido "traidores", un nombre que se le dio a los clérigos que entregaron las Escrituras cristianas a líderes civiles en territorios anticristianos como signo de impunidad. Esta secta herética de cristianos del norte de África era conocida como los "donatistas".
El grupo toma su nombre de "Donatus", un obispo del siglo tercero él enseñó que cualquier sacramento convocado o administrado por sacerdotes u obispos que eran“ traidores ”(apóstatas) no era válido.
Más tarde, cuando Agustín fue consagrado obispo de Hipona, el Doctor de la Gracia enseñó que un sacramento era de Dios y "ex opere operato Christi". Es decir, los sacramentos derivan su poder de la obra de Cristo. El sacerdote u obispo es simplemente un vaso a través del cual Cristo efectúa los sacramentos (ver, De Civ. Dei, 22, 17; PL 41, 779).
En resumen, la eficacia de los sacramentos no depende de la santidad del sacerdote o del obispo que los administra. Dadas estas definiciones de lo que sucede cuando un sacerdote u obispo confecciona un sacramento, se deduce que un sacerdote u obispo en estado de pecado mortal podría continuar administrando sacramentos válidos porque es Cristo quien efectúa el sacramento a través del vehículo de un sacerdote o obispo (ver Santo Tomás de Aquino, "Summa Theologiae", III, q. 64).
Para recapitular, "ex opere operato" sostiene que la eficacia del sacramento es una consecuencia, no de la posición moral de un sacerdote u obispo, sino de Cristo mismo que estableció cada sacramento. El sacerdote o ministro actúa "in persona Christi (en la persona de Cristo)", incluso si está en un estado de pecado mortal, por lo tanto, tal sacramento sería válido y la gracia eficaz.
¿Son los sacramentos confeccionados o administrados por Teodoro McCarrick, cuando era sacerdote, obispo, arzobispo o cardenal válidos? Sí. ¿Fueron lícitos (hechos de acuerdo con las leyes de la Iglesia)? Sí. ¿Fueron fructíferos? Sí, siempre que el destinatario hubiera estado debidamente preparado. (por ej, para recibir la comunión, la confirmación, el orden sacerdotal y el Matrimonio debemos estar en estado de gracia)
La frase "ex opere operato" debe traer consuelo a todos los que se preguntan acerca de su posición sacramental a la luz de un sacerdote u obispo que ha sido removido del sacerdocio.
Sin embargo, también debería motivarnos a acercarnos a todos y cada uno de los sacramentos con corazones humildes porque, como Agustín los definió, los sacramentos son "un signo externo instituido por Cristo para efectuar la gracia"