Maradiaga está desaparecido


Maradiaga, el cardenal de las Honduras, está desaparecido. 

En persona tan mediática y amante de primeros planos es algo contra natura y, por tanto, solo puede ser fruto de rebuscada estrategia. Hoy nos dicen que su eminencia, tan defensor de la línea francisquista y uno de sus inspiradores, recibía, o recibe y no sabemos desde cuánto tiempo, la cantidad de 35.000 euros al mes de la universidad católica de Honduras para sus cosas. 

Entre esto, lo de su pariente auxiliar del que no sabía nada, la sombra de la viuda que le persigue, los silenciados seminaristas chismosos y demás, ya no lo salvan ni sus hermanos de logia.

 Suponemos que se ha tomado un tiempo de descanso acompañado del saxofón que, por ahora, aparece como su amigo que no defrauda.


Specola