Alguien se arrepentirá y la verdad será revelada




Queridos hijos, sufro por aquello que viene para vosotros. 

Un hijo se arrepentirá y la verdad será revelada. 

Será un tiempo de dolor para Mis Devotos. 

Doblad vuestras rodillas en oración. 

Grande será la confusión en la Casa de Dios. 

No permitáis que nada os aleje de la verdad. Dejaros conducir por el Señor y todo acabará bien para vosotros. No os olvidéis: La Verdad de Mi Jesús está en el Evangelio. Escuchad lo que Él os habla y sed fieles a las enseñanzas del verdadero Magisterio de Su Iglesia. No permitáis que la media verdad os aleje del camino de la salvación. Dadme vuestras manos y Yo os conduciré a Mi Hijo Jesús. Adelante sin miedo. 
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Queridos hijos, imitad a Juan el Bautista en la defensa de la verdad. Él no se inclinó ni se quedó en silencio ante los grandes errores, sino que abrazó la Plena Verdad de Dios. Vivís en el tiempo de los dolores. Escuchad la voz del Señor que grita en vuestros corazones. 

Defended la verdad. 

La Iglesia de Mi Jesús necesita hoy de muchos consagrados con el valor de Juan el Bautista. Mis pobres hijos viven ciegos espiritualmente y es el momento de señalar, sin miedo, el Camino de la Salvación que se encuentra únicamente en la Iglesia de Mi Hijo Jesús. No temáis. Vosotros sois propiedad del Señor. Entregad a Él vuestra existencia. 

La Gran Persecución a los que defienden la verdad será intensa y Mis pobres hijos serán tratados como enemigos. 

Quedaros con Jesús. 

Fortaleceros en la Oración, en el Sacramento de la Confesión y en la Eucaristía. Orad mucho delante de la cruz, pues sólo así seréis capaces de vencer el mal. Haceros pequeños como el Bautista y seréis grandes a los Ojos de Dios.

Adelante en la defensa de la verdad. 

Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.