El lunes, The New York Times publicó un artículo titulado "Cómo desafiar a la iglesia católica". El artículo elogia la decisión de una escuela jesuita de desafiar a su arzobispo y permitir que un maestro en un "matrimonio gay" permanezca en el personal y hace una plétora de declaraciones tontas en un intento de socavar la doctrina católica fundamental.El arzobispo Charles Thompson, de la arquidiócesis de Indianápolis, informó recientemente a dos escuelas católicas que si no despedían a un empleado que estaba en un "matrimonio" del mismo sexo, la arquidiócesis ya no reconocería a las escuelas como escuelas católicas. Una escuela, Cathedral High School, cumplió de mala gana con las demandas del obispo. La otra escuela, Brebeuf Jesuit Preparatory School, se negó a hacerlo. Además, resulta que los dos hombres en estas dos escuelas católicas estaban "casados" entre sí.
"Por lo que sabemos, la inserción directa de la Arquidiócesis de Indianápolis en un asunto de empleo de una escuela gobernada por una orden religiosa no tiene precedentes", dijo Brebeuf. "Después de una larga y ferviente consideración, determinamos que seguir la directiva de la Arquidiócesis no solo violaría nuestra conciencia informada sobre este asunto en particular, sino que también sentaría un precedente relativo a la futura interferencia en las operaciones de la escuela y otros asuntos de gobernabilidad que históricamente ha tenido -el liderazgo jesuita de Brebeuf- el único derecho y privilegio de abordar y decidir "
The Times aplaudió a esta escuela jesuita por rechazar a la Iglesia Católica e invocó al Padre James Martin para justificar su posición.Según el p. Martin y The Times, despedir a los empleados por participar en un matrimonio entre personas del mismo sexo es innecesariamente discriminatorio porque aísla a las personas que tienen un solo tipo de pecado (?) y permite que las personas que luchan con todos los demás pecados no sean implicados.
Pero hay algunos fallos con esta perspectiva.Primero, ningún católico sensato cree que la homosexualidad sea el único pecado que cae dentro de los fundamentos de una conducta inadmisible para un empleado de una escuela católica. Los empleados que deshonran a Cristo y a su Iglesia al cometer adulterio, cohabitar antes del matrimonio o divorciarse sin una anulación también deben ser despedidos.Puede parecer que la Iglesia ignora estas otras enseñanzas, pero en realidad, son más difíciles de identificar y, por lo tanto, mucho más difíciles de castigar.
Además, hay una profunda diferencia entre arrepentirse por un pecado pasado y vivir en un estado perpetuo de pecado sin arrepentimiento. Este último, que incluye el "matrimonio" entre personas del mismo sexo, es peor.Si los estudiantes de una escuela católica ven a un maestro viviendo en un estado perpetuo de pecado, obviamente se les hará creer que la enseñanza de la Iglesia sobre ese tema es errónea, y que el maestro no está cometiendo ningún pecado. Y luego los niños creerán que cualquier enseñanza de la Iglesia puede estar sujeta a su propia revisión personal.
El padre Martin está muy contento con la decisión de Brebeuf."La decisión de Brebeuf de retener a sus empleados fue probablemente lo más católico que la escuela podía hacer", dijo a The Times. "Es estar con alguien que está al margen, y de eso se trata ser católico".
Desafortunadamente, el p. Martin se equivoca una vez más. Apoyar a personas al margen de la sociedad es bueno, pero se supone que debemos caminar con ellos para acercarlos más a Dios
Decirle a una persona en pecado que está bien tal como está no es mejor que decirle a una persona en pobreza que está bien como está (...)
The Times también dice: "Es hora de que los católicos lo recuerden de nuevo y defiendan a sus hermanos y hermanas en los matrimonios entre personas del mismo sexo, como lo ha hecho Brebeuf, incluso si eso significa desafiar la enseñanza de su propia iglesia imperfecta".
Esta declaración equivocada no distingue la imperfecta iglesia católica de la infalible ideología que es el catolicismo. La Iglesia como institución tiene muchos problemas (por sus miembros), pero las enseñanzas de la Iglesia sobre la fe y la moral, incluido el matrimonio entre personas del mismo sexo, son absolutamente ciertas.
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