El profesor expulsado del Instituto JPll vincula las destituciones del Instituto al sínodo de la Amazonía
CRACOVIA, Polonia, 27 de agosto de 2019 (LifeSiteNews) - Un profesor polaco despedido del Instituto Teológico Juan Pablo II para el Matrimonio y las Ciencias de la Familia está convencido de que la reciente destrucción del instituto está relacionada con el próximo Sínodo en el Amazonas."Estoy convencido de que lo que sucedió con el Instituto está relacionado con los cambios que podría introducir el próximo Sínodo de la Amazonía", dijo el profesor Stanisław Grygiel a Hanna Nowak de Polonia Christiana."
Grygiel fue primero alumno del entonces padre Karol Wojtyla en la Universidad Católica de Lublin y, a su debido tiempo, fue amigo del papa Juan Pablo II. Después de 10 años dando conferencias en una facultad teológica pontificia en Cracovia, él y su esposa Ludmila se mudaron a Roma. Su carrera académica en Roma comenzó en 1980, y a pesar de ser una figura de alto nivel en el Instituto Pontificio para el Matrimonio y la Familia, fue despedido de la facultad en julio, del actual instituto refundado por el Papa Francisco.
Grygiel cree que este y otros cambios en el Instituto son indicativos de la tensión entre los que leen Amoris laetitia a la luz de la fe católica y los que leen la fe católica solo a la luz de esa tendenciosa encíclica papal."La abolición del Instituto Juan Pablo II se convirtió en una señal que revelaba los pensamientos de muchos corazones", dijo "Algunos profesores han sido retirados del Instituto, algunos profesores que leen Amoris Laetitia a la luz de la fe de la Iglesia enraizada en el Evangelio y la Tradición, y no, -como exigió el cardenal Christoph Schönborn de Viena en su discusión con el cardenal Carlo Caffarra-, leen la tradición presente en la enseñanza de los papas anteriores a la luz de ese documento ”, continuó Grygiel.
Hay algunas interpretaciones de Amoris laetitia que simplemente niegan que Cristo supiera de lo que estaba hablando, sugirió el profesor."Cuando Cristo dice que todo aquel repudia a su esposa y vive con otra mujer comete adulterio, ninguna interpretación ni siquiera del teólogo o ministro más inteligente puede cambiar el significado de las palabras: "todo aquel"
"Si decimos que en este o aquel caso alguien no comete adulterio, porque está justificado por esto o aquello, significa que al mismo tiempo, decimos que Cristo no sabía lo que estaba diciendo, porque él ' no sabía qué hay dentro de un ser humano´ (NT: como defiende Amoris L) y debería haber preguntado a otras personas. Esto, naturalmente, va en contra de las Escrituras, porque el Evangelio de Juan dice que Cristo "conocía a todas las personas" y no tenía que pedir opiniones externas (Juan 2:25).
Decir que Cristo no conocía el corazón humano es decir que Cristo no es Dios.“Según la voz imperiosa de los seguidores actuales de la ética situacional y el discernimiento pseudo-ignaciano, Cristo no sabía lo que había oculto en cada hombre, por ejemplo, en el hombre que tiene la conciencia tranquila a pesar de que vive en su segunda o tercera unión pseudo-matrimonial ", dijo Grygiel."
(Y) así (los modernistas dejan implícito) que Cristo no era Dios. Alguien muy importante en la Iglesia de hoy ya se ha atrevido a decir que Cristo se convirtió en Dios solo después del momento de su muerte ".
Durante la entrevista, Grygiel contó una anécdota en la que San Juan Pablo II se le acercó con una carta de un teólogo que quería que cambiara la doctrina católica sobre el matrimonio."Una tarde, San Juan Pablo II me entregó una carta escrita por un conocido teólogo", dijo." dijo:" Léelo y dime qué te parece ", continuó Grygiel.“Ese teólogo le aconsejó a Juan Pablo II que cambiara la ética de las relaciones sexuales maritales, porque si no lo cambiaba, mucha gente abandonaría la Iglesia. Justo después de leer la carta, dije bruscamente: "¡Esto es estúpido!" Después de un momento de silencio, el Papa dijo simplemente: "Sí, es verdad, pero ¿quién se lo dirá?" Luego, sin decir una palabra, fue al capilla y permaneció allí solo "
Grygiel dijo que Juan Pablo II fundó el Instituto Pontificio para el Matrimonio y la Familia porque sabía que el destino de la Iglesia y del mundo descansa en esas instituciones.