Habrá una Gran Persecución de los fieles






Queridos hijos, soy vuestra Madre y vine del Cielo para llamaros a la conversión. Abrid vuestros corazones y dejaros guiar por Dios. Camináis hacia un futuro doloroso. Una Gran tormenta vendrá y la gran Barca será alcanzada. Os invito a experimentar la Gracia del Señor por la fuerza de la Oración y en la escucha de Su Palabra. Para estos tiempos de tribulaciones os ofrezco como armas el Santo Rosario, las Sagradas Escrituras, la Eucaristía y la fidelidad al Verdadero Magisterio de la Iglesia. Los justos beberán el cáliz amargo del desprecio y de la indiferencia. Días vendrán en que los Defensores de la Fe serán tratados como enemigos. Orad. Sólo por la fuerza de la oración podéis vencer al demonio. Los lobos disfrazados de corderos causarán grandes daños a los Elegidos de Dios. No os desaniméis. Permaneced firmes en el Camino que os he señalado. Todo aquello que es falso caerá por tierra. Por la perseverancia de un pequeño rebaño, la Iglesia de Mi Jesús mantendrá la fe. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Queridos hijos, os pido que mantengáis encendida la llama de la fe en vuestros corazones, pues sólo así podéis mantener vuestra fidelidad a la Verdadera Doctrina de la Iglesia de Mi Jesús. No os entreguéis a las tentaciones del demonio. Permaneced con Jesús. Acoged Su Evangelio para ser salvados. Vivís en un tiempo de grandes confusiones espirituales, pero lo peor está aún por venir. Habrá gran discordia en la Casa de Dios. La guerra entre la verdadera Iglesia de Mi Jesús y la falsa iglesia dividirá Mis pobres hijos. Sufro por aquello que viene para vosotros. Como ya he advertido en el pasado, quedaos con la verdad. No os crucéis de brazos. Mi Jesús necesita vuestro testimonio sincero y valiente. Doblad vuestras rodillas en oración. Siempre estaré cerca de vosotros. Vine del Cielo para llevaros al Cielo. Abrid vuestros corazones y aceptad Mis llamados. Los que permanecieren fieles experimentarán la Victoria de Dios. Adelante. Vuestros nombres ya están escritos en el Cielo. Cuidad de vuestra vida espiritual, pues deseo veros Conmigo en el Cielo. No retrocedáis. No os desaniméis. La Iglesia de Mi Jesús camina hacia el Calvario y será despreciada, pero solamente Ella será Victoriosa. No os olvidéis: La Iglesia de Mi Jesús es Única y Su Verdad permanecerá para siempre. (...)

Queridos hijos, sois del Señor y Él espera mucho de vosotros. Tiempos vendrán en que muchos fervorosos en la fe se retirarán, pero en la Gran Persecución Mis Devotos han de experimentar Mi Amor y Mi Maternal Protección. Buscad fuerzas en las Palabras de Mi Jesús y en la Eucaristía. Dedicad parte de vuestro tiempo a la oración. Sólo por la fuerza de la oración podeis encontrar fuerzas para este tiempo de dolor. Amad y defended la verdad. Sólo aquellos que aman la verdad y se dejan conducir por ella serán salvados. (...)
Queridos hijos, coraje. Mi Hijo Jesús necesita vuestro testimonio público y valiente. No os crucéis de brazos. Doblad vuestras rodillas en oración, pues vivís en el tiempo de las grandes confusiones espirituales. Soy vuestra Madre dolorosa y sufro por aquello que viene para vosotros. Sed fuertes y firmes en la fe. No permitais que nada ni nadie os alejen de la verdad. Acoged el Evangelio de Mi Jesús y las Verdaderas Enseñanzas del Magisterio de la Iglesia. Sois importantes para la realización de Mis Planes. No os aparteis del camino que os he señalado. Quiero conduciros a Aquél que es el Camino, Verdad y Vida. La Gran Embarcación será sacudida por vientos contrarios, pero será salvada por la Luz de la Verdad. Adelante. La victoria será del Señor y Sus Escogidos. (...)


Queridos hijos, no olvidéis: en todo Dios en primer lugar. Nada ni nadie está por encima de Dios. Estad atentos. Muchas verdades de la fe serán borradas y Mis pobres hijos caminarán como ciegos guiando a otros ciegos. Os pido que la verdad sea luz en vuestras vidas. Cuando no hay verdad, ahí está el enemigo de Dios. Confesión, Eucaristía, Sagradas Escrituras, Santo Rosario y la fidelidad al Verdadero Magisterio de la Iglesia de Mi Jesús. Estas son las armas de vuestra gran victoria. Escuchad con atención Mis Llamados. No quiero obligaros, pues tenéis la libertad, pero para vuestra salvación os pido que os dejéis conducir por la Acción de Dios. Escuchad la Voz del Señor. Él quiere hablaros. Sed dóciles. No retrocedáis. Después de todo el dolor, veréis la mano poderosa de Dios actuar. Adelante con alegría. (...)

(...)Sois importantes para la realización de Mis Planes. Abrid vuestros corazones, pues sólo así podéis comprender Mi presencia entre vosotros. Huid del pecado. Liberaos verdaderamente y volved a Jesús. Él os espera con los brazos abiertos. Doblad vuestras rodillas en oración. Sólo por el poder de la oración podéis vencer el mal. Arrepentiros y servid al Señor con alegría. Estáis en el mundo pero no sois del mundo. Dedicad parte de vuestro tiempo a la oración en silencio y a la escucha del Evangelio. Participad de la Santa Misa y seréis grande en la fe. Jesús os espera en la Eucaristía. Id a Su encuentro. Llegará el día en que muchos buscarán el precioso alimento y no lo encontrarán.(...)


(...) No os olvidéis: En las manos el Santo Rosario y las Sagradas Escrituras; En el corazón el amor de la verdad. Mis pobres hijos encontrarán un gran obstáculo, pues muchos escogidos para defender la verdad estarán a servicio del enemigo. Sufro por aquello que viene para vosotros. Estad atentos. Quedaos siempre con la verdad. En el camino de la santidad y de la salvación no hay dudas. Las dudas y las incertidumbres son interferencia del enemigo de Dios. Coraje. Después de la cruz vendrá a la victoria. (...)

Queridos hijos, doblad vuestras rodillas en oración. Vivís en el tiempo de la gran confusión espiritual. Amad y defended la verdad. Mi Hijo Jesús es vuestro todo y en Él está vuestra victoria. Valorad la Presencia de Mi Jesús en la Eucaristía. No lo recibáis en el pecado. No ofendáis a Mi Jesús que ya está triste por causa de las comuniones sacrílegas. Sufro por aquello que viene para vosotros. Dad testimonio de la verdad. El gran plan del demonio es hacer que los hombres crean que la Presencia de Jesús en la Eucaristía es sólo algo simbólico. Tened cuidado. Quedaos con el Verdadero Magisterio de la Iglesia. Aún veréis horrores sobre la Tierra. Lo Sagrado será echado fuera y los enemigos de Dios se gozarán. (...)