Vaya papelón: Fco y los pececitos

María Ferraz

"Nuestra solidaridad con la casa común nace de nuestra fe", dice Bergoglio y pide oraciones para que "los científicos... trabajen por la protección de los mares y océanos".


Quizá sería más apropiado que el pseudo pontífice se preocupara más de la vida de las almas que la de los peces, de la limpieza del espíritu que la del agua, pero para eso tendría que creer en el Infierno, cosa que está por ver. O pidiera oraciones por la protección del no nacido o de las familias, cuando están surgiendo leyes abortistas bárbaras, y los matrimonios se separan cada vez más. 

Pero esto es algo imposible, ya que Bergoglio se acaba de cargar el Instituto de JPII para el Matrimonio y la Familia reemplazando a sus profesores -instalados por JPII- por otros pro anticoncepción y otras ideas disidentes, con el fin de desmantelar los documentos de los últimos papas, (según sugieren los interesados) además de poner al homosexual Paglia a cargo de la Pontificia Academia por la Vida. 

Eso sin hablar de las frecuentes conferencias que tienen lugar en el Vaticano en las que son invitados eugenistas famosos que siembran el desconcierto entre los fieles. ¡Hagan lío!, pero no me toquen los peces.