BOGOTÁ, Colombia-
El impacto de la teología de la liberación en el próximo Sínodo del Amazonas está llegando a su punto álgido.Las preocupaciones sobre el Instrumentum Laboris del Sínodo del Amazonas se ven agravadas por un documento preparatorio anterior "Hacia el Sínodo Pan-Amazónico: desafíos y contribuciones de América Latina y el Caribe".Descubierto durante una investigación reciente de LifeSiteNews, el trabajo de 136 páginas proviene de una reunión de abril en Bogotá, Colombia, coorganizada por REPAM (la Red Eclesial Pan-Amazónica) y Amerindia, dos promotores líderes de la teología de la liberación.El Instrumentum Laboris confirma la importancia de la reunión, refiriéndose a ella como una parte importante del proceso preparatorio del sínodo.
Lleno de declaraciones heréticas, el documento de Bogotá saluda al ex sacerdote Leonardo Boff, un destacado defensor de la teología de la liberación censurada por el Vaticano por sus ataques a la doctrina católica. El documento desprecia la misión salvífica de la Iglesia Católica, afirmando que no hay ninguna verdadera fe, que todas las religiones son capaces de llevar la salvación a sus seguidores.
"No es justo decir que solo una religión es verdadera y las otras son decadentes, porque todas revelan el misterio de Dios y revelan las muchas formas en que caminamos en fidelidad y amor por Dios", señala el documento.
Agrega que la Iglesia Católica debe pasar "del exclusivismo intolerante a una actitud de respeto que acepte que el cristianismo no tiene el monopolio histórico de la salvación" y que "el pluralismo y la diversidad de las religiones son expresiones de una sabia voluntad divina".
La obra no menciona la Eucaristía como el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo. En cambio, reduce la Eucaristía a una expresión "simbólica" de experiencia "comunitaria": una herejía flagrante y modernista condenada por el Papa Pío X en su encíclica Pascendi Dominici Gregis de 1907."En la liturgia, la Iglesia expresa su fe de manera simbólica y comunitaria", se lee en el documento de Bogotá.
Al hacer referencia a la enseñanza de que la Eucaristía es la fuente y la cumbre de la vida cristiana, declara: La liturgia es la "cumbre", porque al pie de la mesa se presenta la experiencia de las personas, el camino de la comunidad y el contexto sociocultural en el que opera. "Fuente", porque de la memoria viva del amor de Cristo y del encuentro con hermanas y hermanos nacen el deseo y la capacidad de un discipulado más coherente y un testimonio más efectivo.
A pesar de prestar atención a la fidelidad al Magisterio, el documento de Bogotá describe el sacerdocio masculino no como un dogma fundamental, sino como una "posición" flexible que se ajusta al espíritu de la época: Recomendamos ... que los teólogos, respetando de manera reverente los datos de la fe y en profunda comunión con el Magisterio, puedan continuar con total libertad la reflexión sobre la ordenación sacerdotal de las mujeres, enriqueciendo su análisis con recursos provenientes de la psicología, la sociología, antropología, historia, filosofía y hermenéutica, para poder discernir la presencia del Espíritu en ese signo de los tiempos que es ... la presencia de la mujer en la vida pública. Al pedir el fin de la "perspectiva patriarcal" de la Iglesia, el documento de Bogotá aboga por una "teología feminista y ecológica" completa con mujeres sacerdotes.
De los 28 contribuyentes al documento de Bogotá, cuatro han desempeñado papeles clave en la construcción del sínodo y dos son autores principales del Instrumentum Laboris.
También elogia las tradiciones indígenas paganas, llamando a la comprensión y el reconocimiento de "las virtudes, el conocimiento y las cosmovisiones existentes entre los grupos étnicos ancestrales, que aún conservan la capacidad de leer y concebir la naturaleza como la verdadera madre".
Continuando con sus elogios a las tradiciones indígenas, el documento continúa describiendo a Dios como un "Creador-Creadora" masculino-femenino:
Tienen sus historias sagradas, idiomas, conocimientos, tradiciones, espiritualidades y teologías. Todos ellos buscan construir una "buena vida" y la comunión de las personas entre sí, con el mundo, con los seres vivos y con el Creador-Creadora. Sienten que viven bien en la "casa" que el Creador-Creador les dio en la Tierra.
De los 28 contribuyentes al documento de Bogotá, cuatro han desempeñado papeles clave en la construcción del sínodo y dos son autores principales del Instrumentum Laboris.Como lo confirman los contenidos de ambas obras, estos arquitectos del Sínodo del Amazonas del 6 al 27 de octubre son portadores de antorchas de la teología de la liberación. A través de la oración y el ayuno, los fieles católicos se preparan para su impacto en la Iglesia.
https://www.churchmilitant.com/news/author/stephen-wynne