Condiciones de una buena confesión



La misericordia de Dios es infinita; inagotable «es la prontitud del Padre en acoger a los hijos pródigos que vuelven a casa. Son infinitas la prontitud y la fuerza del perdón que brotan continuamente del sacrificio de su Hijo. No hay pecado humano que prevalezca por encima de esta fuerza y ni siquiera que la limite. Por parte del hombre puede limitarla únicamente la falta de buena voluntad, la falta de prontitud en la conversión y en la penitencia, es decir, su perdurar en la obstinación, oponiéndose a la gracia y a la verdad». Solo nosotros podemos impedir que esa mirada de Jesús, que sana y libera, nos llegue al fondo del alma.
En la medida en que vamos conociendo más al Señor y siguiendo sus pasos, sentimos una mayor necesidad de purificar el alma. Para eso debemos cuidar cada una de las confesiones, evitando la rutina, ahondando en el amor y en el dolor. Ahondar como si cada confesión, siempre única, fuera la última; alejándonos de la precipitación y de la superficialidad. Para eso tendremos en cuenta aquellas cinco condiciones necesarias para una buena confesión, que quizá aprendimos cuando éramos pequeños: examen de conciencia*, humilde, hecho en la presencia de Dios, descubriendo las causas, y quizá los hábitos, que han motivado esas faltas; el dolor de los pecados, la contrición, fruto de un examen hondo y humilde, con un sentido más profundo de lo que es un pecado: una ofensa al Señor, y no solo un error humano o una falta de eficacia; propósito de la enmienda concreto y firme, que está íntimamente unido al dolor de los pecados y que muchas veces es el índice de una buena confesión; confesión de los pecados, que consiste en una verdadera acusación de la falta cometida, con deseo de que se nos perdone, y no un relato más o menos general de la situación del alma o de las cosas que nos preocupan. El meditar en que es el mismo Señor quien, a través del sacerdote, nos perdona nos llevará a ser muy sinceros, tanto como nos gustaría serlo en el último instante de nuestra vida; cumplir la penitencia, por la que nos asociamos al sacrificio infinito de expiación de Cristo. Esa penitencia que nos impone el sacerdote –tan mitigada maternalmente por la Iglesia– no es simplemente una obra de piedad, sino desagravio, reparación y satisfacción por la culpa contraída.
No dejemos de acudir con frecuencia a esa fuente de la misericordia divina, pues a menudo, quizá en lo pequeño, nos separamos del Señor. Pidamos a Nuestra Señora, refugio de los pecadores –nuestro refugio–, que nos ayude a confesarnos cada vez mejor. Y pensemos también en la gran obra de misericordia que llevamos a cabo cuando facilitamos que un amigo, un pariente o un conocido recobre o aumente, por la recepción de este sacramento, la Vida sobrenatural de su alma.

Requisitos para confesarse:  

A.Examen de conciencia: recordar todos los pecados desde la última confesión. 

B. Arrepentimiento: o sincero dolor de haber ofendido a Dios; detestar el pecado.    

C. Propósito de la enmienda: o decidirse firmemente a no volver a pecar y a evitar el pecado, 

D. Confesión: decirle al Sacerdote  todos los pecados que hemos descubierto en el  examen de conciencia, sin querer engañar al Sacerdote, sin callarse ningún pecado mortal pues invalidaría la Confesión. 
E. Cumplir la Penitencia

Examen de Conciencia según los Mandamientos 


1-He practicado la superstición o el ocultismo?  Creo sin dudar las enseñanzas de la Iglesia sin criticar a sus pastores? He comulgado en pecado mortal?  He recibido la Confirmación o el Matrimonio en pecado mortal? He jurado sin necesidad o en falso? He mentido o le he omitido al sacerdote algún pecado mortal en la Confesión? He profanado el Templo, los objetos o las personas consagradas a Dios?  ¿He pasado mucho tiempo sin rezar?

2-He usado el nombre del Señor en vano?  He estado enojado con Dios?  He insultado a una persona consagrada o he abusado de algún objeto/lugar sagrado? ¿He dicho palabras irreverentes? ¿He dejado de cumplir, pudiendo, un voto o promesa grave?¿Has maldecido o imprecado? ¿Te has avergonzado de mostrarte católico?

3- He faltado deliberadamente a misa los Domingos o días de guardar?  Observo el Domingo como un día de familia y como día de descanso? Hago trabajos innecesarios en Domingo?

4- Cumplo mis deberes para con mi esposa/hijos/padres? Les he dado buen ejemplo religioso? Desobedezco o trato con dureza a mis padres? Les ayudo económicamente o en su enfermedad? Cuido de que la vida espiritual de mis hijos no peligre ante viajes, compañías, películas, modas?

5-  He abortado voluntariamente o le he aconsejado/pagado a alguien para que lo tenga?  He tomado la píldora abortiva del día después?  He herido físicamente a alguien? He abusado del alcohol o de las drogas?  Escandalicé a alguien, y de esa manera le llevé al pecado?  He estado enojado o resentido? He odiado?  Me he esterilizado?  He favorecido la esterilización?

6- He sido fiel a los votos de mi matrimonio en pensamiento y en acción? He pecado de adulterio, fornicación, masturbación, homosexualidad?  He usado algún método anticonceptivo o de control artificial de la fecundación dentro o fuera de mi matrimonio? Ha estado cada acto conyugal de mi matrimonio abierto a la procreación sin interrumpirlo voluntariamente? Busco ser casto en mis pensamientos, palabras y acciones? Visto modestamente o soy ocasión de pecado para el sexo opuesto? He mirado pornografía o he leído cosas impuras?

7- He robado o he hecho trampas para beneficiarme? He restituido lo que he robado?  Pierdo el tiempo en el trabajo etc… o soy impuntual? Hago apuestas en el juego negándole a mi familia sus necesidades? Pago mis deudas prontamente? Busco compartir lo que tengo con los pobres?

8- He mentido, murmurado, calumniado, difamado, o  testificado en falso? He hecho juicios temerarios o burlas? He sido sincero en mis negocios con otros? Falto a la caridad en mis pensamientos de los demás? Mantengo secreto lo que debería ser confidencial?

9- He consentido pensamientos impuros? Los he causado por lecturas, películas, internet, conversaciones? Busco controlar mi imaginación? Rezo a la Virgen contra las tentaciones?

10- Soy envidioso, ambicioso o egoísta? Son las posesiones materiales el propósito de mi vida? Confío en que Dios cuidará de todas mis necesidades materiales y espirituales?


Hablar con Dios /María Ferraz