La brujería, nuevo paradigma teológico bergogliano




(Continúa entrevista al prof Loredo sobre el Sínodo Amazónico. Viene de la entrada anterior)

Loredo:

Para el lector promedio, la idea de la sociedad tribal como modelo para Occidente y la brujería amazónica como un nuevo paradigma para la teología puede sonar desconcertante. Sin embargo, para alguien que ha estudiado el proceso revolucionario histórico, tiene mucho sentido. En "El origen de la propiedad privada, la familia y el estado", Friedrich Engels afirma que el tribalismo es el objetivo final del comunismo. 

Después de la dictadura del proletariado, y una fase de transición del socialismo autogestionado, la sociedad comunista final - "socialismo en un nivel superior" - sería como la tribu, donde no hay propiedad privada, ni familia, ni Estado y, por lo tanto, no hay "alienaciones". 

Los pensadores marxistas consideraron el tribalismo como el "comunismo original", al que volverá la historia, completando así su ciclo evolutivo.Es por eso que el comunismo siempre ha promovido el indigenismo como una forma de promover la Revolución, especialmente en América Latina. 

El primer Congreso Indigenista Interamericano tuvo lugar en 1940 en Pátzcuaro, México. Todos los pensadores y líderes indígenas del siglo XX pertenecían a los partidos comunistas o socialistas.Más tarde, la Teología de la Liberación comenzó a presentar a los indios como una clase "oprimida" que necesitaba "liberación". De ahí el nacimiento de la Teología Indígena, que luego fue adoptada por varios episcopados latinoamericanos, particularmente en Brasil.

En 1977, el filósofo brasileño Profesor Plinio Corrêa de Oliveira escribió un libro innovador: "Tribalismo indio: el ideal comunista-misionero para Brasil en el siglo XXI". 

En él, el líder católico denuncia las corrientes tribales e indígenas que tuvieron asumido el control de la Conferencia Episcopal. Capítulo tras capítulo, muestra cómo estas corrientes abandonaron el ideal misionero. Para ellos, ya no se trata de evangelizar a los indios, sino de aprender de ellos, quienes supuestamente mantuvieron una especie de inocencia primordial en comunión con la naturaleza, que la sociedad occidental ahora ha perdido. 

Presentan a la tribu como un ideal religioso y social. Desde este punto de vista, dice Plinio Corrêa de Oliveira, los pueblos amazónicos serían los verdaderos evangelizadores del mundo.

Al hojear este libro de 1977, uno casi tiene la impresión de leer pasajes del Instrumentum laboris del Sínodo del Amazonas para el próximo octubre. Todo ha sido predicho ...



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