Francisco se saca de la manga el pecado ecológico

En realidad cualquier acción egoísta o de codicia que incluye contaminar o destruir un ecosistema ya estaba establecida por Dios como pecaminosa, pero al poner en exclusiva la Madre Tierra o el planeta como sujeto de agresión se `humaniza´ la misma dándole una dignidad que no tiene, e incluso promueve que el hombre se someta a la tierra y no al revés como dijo Dios en el Génesis